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EL MERCADO NACIONAL DE LA LANA, LA DEMANDA INTERMEDIA... 187<br />

zos de 1990 la balanza comercial española<br />

presentaba una situación de alto déficit,<br />

llegando a constituir uno de los problemas<br />

fundamentales de nuestra economía.<br />

2." La industria textil sigue demandando lana,<br />

si bien con tendencia decreciente (un<br />

volumen de importación de 17.156 toneladas<br />

de lana sucia en 1987), siendo la<br />

producción interna de una cuantía insuficiente<br />

para cubrir tal demanda (la oferta<br />

nacional media entre los períodos<br />

1972/1980 - 1984/87 supuso 19.444 toneladas<br />

de lana en sucio).<br />

Todo ello hace ver la importancia que tiene la industria<br />

textil, si se quiere tener una idea suficientemente<br />

aproximada del mercado lanero, lo que, a su<br />

vez, depende de la situación y desarrollo de la demanda<br />

de elaborados.<br />

Por lo pronto el sector textil ocupa un lugar destacado<br />

en la estructura económica mundial, representando<br />

en la CEE el empleo de tres millones de trabajadores;<br />

por nuestra parte, el valor de la producción<br />

de la industria textil, en 1988, ascendió a 2.040.140<br />

millones de pesetas, manteniendo empleadas a<br />

319.150 personas (entre elaboración y confección),<br />

con lo que su importancia queda patente.<br />

Por otra parte, el comercio internacional textil ha<br />

venido teniendo un incremento tan grande que llega a<br />

duplicar el crecimiento habido en el comercio general.<br />

Sin embargo, por lo menos en el período 1987-<br />

1990 la situación venía a desfavorecer a los países desarrollados,<br />

llegando algunos países exportadores de<br />

elaborados textiles a prohibir la entrada de tales productos<br />

de origen europeo. Si tales hechos obedecieran<br />

a una política favorecedora de las economías subdesarrolladas,<br />

aprovechando el hecho de suponer una<br />

tecnología relativamente sencilla con alta utilización<br />

de fuerzas de trabajo, ello sería estimable por cuanto<br />

podría contribuir al mejor equilibrio internacional,<br />

pero la realidad muestra que:<br />

A) La producción y comercio textil no está ni medianamente<br />

extendido por el mundo subdesarrollado,<br />

y aún menos los elaborados de lana,<br />

desde el momento que el área intertropical no<br />

es productora de ganado ovino. Tal producción<br />

y exportación se viene centrando en determinados<br />

puntos como Corea, Taiwán, Hong-Kong<br />

y Singapur, especialmente.<br />

B) Tales centros de producción y comercio de amplitud<br />

mundial basan su acción aparte de<br />

aprovechar una mano de obra abundante y<br />

barata (los salarios chinos, por ejemplo, son<br />

muy reducidos) en prácticas tales como exportar<br />

con subvenciones y realizando dumping,<br />

incumplimiento sistemático de los acuerdos del<br />

GATT, copias de marcas y diseños, e incluso<br />

expediciones clandestinas de mayores o menores<br />

cantidades de mercancías.<br />

C) Estos hechos determinan una distorsión sensible<br />

del comercio internacional sin ventaja alguna<br />

para el mundo del subdesarrollo y frenando<br />

las posibilidades de algunos países occidentales,<br />

entre los que nos podíamos contar.<br />

El problema estriba en que los mercados exteriores<br />

presentan posibilidades alteradas por una competencia<br />

enteramente dislocada, y aunque dentro de la<br />

CEE, Gran Bretaña y Alemania no muestran gran interés,<br />

sí lo tienen España, Italia, Francia y Bélgica, lo<br />

que ha llevado al Consejo Intertextil a pedir al Gobierno<br />

español el que se cumpla el Acuerdo Multifibras.<br />

En consecuencia, desde el punto de vista español y<br />

considerando en conjunto el mercado, la atención tiene<br />

que centrarse tanto en el mercado interior como<br />

en el exterior, ya que éste marca una posible línea de<br />

expansión, en principio, para la industria textil.<br />

La demanda interior, en el orden cuantitativo, y sobre<br />

todo en el cualitativo —donde la lana puede jugar<br />

un buen papel—, responde a un modelo en el que<br />

renta y precios constituyen las variables explicativas<br />

fundamentales. Téngase en cuenta que s¡, en conjunto,<br />

los elaborados textiles presentan frente; a los ingresos<br />

una elasticidad del orden de 1, determinadas<br />

confecciones alcanzan magnitudes mayores, la importancia<br />

que tiene el conocimiento de los valores que<br />

puede alcanzar la renta de la población española en<br />

los años inmediatos, ya que con seguridad el consumo<br />

será de cuantía más que proporcional a los presumibles<br />

aumentos de renta.<br />

En cuanto a los precios, ello va a depender de la<br />

eficacia con que trabaje nuestra industria y logre una<br />

posición competitiva frente a los concurrentes actuales<br />

sobre nuestro mercado, y ello va a depender de la<br />

situación tecnológica, financiera y organizativa del<br />

sector textil nacional, pero también de la evolución<br />

económico-social española, en cuanto pueda afectar a<br />

los niveles de costes y productividad, parámetros que<br />

en estos momentos no se presentan, precisamente, en<br />

situación favorable (la crisis de la industria auxiliar es<br />

sensible en 1990).<br />

Sin entrar en el análisis del mercado interior, que<br />

no tendría aquí su lugar preciso, dos extremos sí interesa<br />

señalar:<br />

A) En los últimos años se viene manifestando una<br />

penetración del capital extranjero concomitente<br />

con la debilidad del sector textil nacional<br />

(para 1988 el índice de producción textil descendió<br />

el 7,1, y el 5,6 las confecciones). Esto<br />

significa que las decisiones van dependiendo<br />

de intereses alejados de la producción nacional,<br />

cada vez en mayor medida, aunque la penetración<br />

se suele apoyar en empresas nacionales<br />

(un ejemplo puede ser el caso de Benoybe<br />

como franquiciadora de la italiana Benetton,<br />

que en 1990 contaba con 105 tiendas en<br />

España y que en agosto de 1989 adquirió Intelhorce).<br />

B) Concretándonos al caso de la lana, hay que se-

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