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int encuentro 24 A - cubaencuentro.com - Cuba Encuentro

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Rafael Rojas Tenemos la médula de la república, criada en la guerra y en el destierro; y loshábitos y el recelo saludable del gobierno republicano» 63 .Con todas sus críticas al imperialismo estadounidense y al caudillismo latinoamericano,el paradigma político de José Martí fue la república americana,la de Washington y la de Bolívar, la de Heredia y la de Juárez. En «Crece»,uno de sus artículos más realistas, publicado en Patria en la primavera de1894, dejará ver su íntima aspiración:Lo que los del Norte hicieron, con sus tres siglos de preparación republicana,pudiéramos volver a hacerlo nosotros, y con harta razón, viniendo, <strong>com</strong>o venimos,del mosquetón y del moloso del arcabuz y del perro. Pero ellos vencieron:y nosotros nos vencimos. Nuestra guerra (1868-1878) no tuvo más traiciones,más envidias, más demoras, más abandono, más penurias, que la guerra de losEstados Unidos (…). Nuestra república no tendría más celos, más <strong>com</strong>adreos,más desunión, más descrédito, más desbarajuste, más traición <strong>int</strong>erna, más peligromilitar, más demagogia —que es el peligro civil— que la agonizante, criminaly deshecha de la primera época de los Estados Unidos. 64Acaso sin advertirlo, Martí realiza aquí la profecía de la primera Repúblicacubana, al vislumbrarla —todavía con benevolencia— <strong>com</strong>o la «agonizante,criminal y deshecha» prehistoria de los Estados Unidos, antes de la GuerraCivil de 1861. Muchos <strong>int</strong>electuales y todos los políticos cubanos de su generacióntambién creyeron, y en buena medida por influjo de su prédica, que<strong>Cuba</strong> estaba preparada para independizarse de España y constituirse <strong>com</strong>ouna república moderna. Enrique José Varona, por ejemplo, desconfiaba en1888: «todo ha zozobrado; y sobre este mar tumultuoso que hace flotar alacaso los restos de tan gran naufragio, no dirige ningún rayo de luz melancólicaningún astro de esperanza» 65 . Algo similar pensaba Manuel Sanguily, esemismo año, en su memorable conferencia «El dualismo moral y político en<strong>Cuba</strong>»: «aquí el pensamiento se retuerce enflaquecido o mutilado, ahogándoseen moldes estrechos y durísimos» 66 . Apenas siete años después, ambos,Varona y Sanguily, estarán, en Nueva York, escribiendo a favor de la nuevarevolución separatista organizada por José Martí.Los más serios <strong>int</strong>electuales públicos de la generación de Martí —EnriqueJosé Varona, Manuel Sanguily, Rafael Montoro, Eliseo Giberga, Gonzalo deQuesada, Juan Gualberto Gómez...— <strong>int</strong>ervinieron en la construcción delorden republicano poscolonial. Todos, sin excepción, acabarían desilusionados,no del régimen político, sino de una ciudadanía y unas élites incapaces63 José Martí: Op. cit., p. 445.64 Ibid., p. 467.110<strong>encuentro</strong>65 Enrique José Varona: Textos escogidos, México, Editorial Porrúa, 1974, p. 19.66 Manuel Sanguily: Discursos y conferencias, Miami, Ediciones Universal, 1998, p. 165.

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