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int encuentro 24 A - cubaencuentro.com - Cuba Encuentro

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La fuga de Ariel El primer tipo de adhesión concreta que podría mencionarse es precisamenteuna opción egoísta, la de Orestes Ferrara, quien había caído en desgraciacon el jefe de Estado en las primarias liberales por apoyar la facción conmás posibilidades de éxito, es decir, la de Mendieta. Siendo un hombre demuchos recursos y experiencia, Ferrara no se hundió en la política por eso. Élno era «descartable»: representaba numerosas casas <strong>com</strong>erciales norteamericanas,<strong>com</strong>o evidencia su correspondencia. De tal conexión —unido al hechode ser un diplomático conocido en el exterior— dependían sus ingresos: agilizabalos negocios y cobraba <strong>com</strong>isiones. Después de su derrota en las primariasliberales (y visto que Machado era el próximo presidente), Ferrara seapuró en ponerse a sus órdenes. En agosto de 1925 escribió que Machado erahistóricamente necesario en la reforma de las instituciones porque:La democracia inorgánica de nuestros tiempos, en los países en donde todavíano hay una larga tradición de libertad ni de opinión pública activa y vigilante,trae <strong>com</strong>o consecuencia el despilfarro. El recuerdo del sistema colonial quereducía las actividades económicas a las de una factoría en que era necesaria larápida ganancia, ha sido causa directa de la inmoralidad administrativa (...).Los países democráticos que sufren una administración simoníaca no sondemocráticos más que en la forma; (...) el pueblo está excluido de una vidapública tanto <strong>com</strong>o lo está en los regímenes tiránicos 17 .Estos son los tópicos centrales de la retórica que rodeó la emergencia delmachadato. Ferrara no podía estar de acuerdo con el saneamiento rigurosode la administración, puesto que sería el primer penalizado. Pero no podíaencontrar un modo mejor de ocupar un lugar central en la machadokrazia(tenía enemigos en el entorno del General), porque esto era lo que queríaMachado que se dijera de él. Sin embargo, no sé si en el fondo le gustabademasiado la idea de un gobierno fuerte. Al enviarle una copia mecanografiadade su Biología de la Democracia, su ahijado político Lamar Schweyer le escribiópara avisarle que la obra (apologética de las dictaduras) no le agradaría,por ser Ferrara un liberal convencido 18 . De todas maneras, era preferible ungobierno fuerte a nada. No podía quedar fuera del juego político en el queejerció notable influencia desde la instalación republicana y por eso fue unhombre clave para el régimen. Entre otras misiones, facilitó la discreta entrevistaentrevista con Zayas que hemos referido en dos ocasiones; y fue embajadoren ee.uu. entre 1925 y 1928, donde sirvió de contacto directo entre el Ejecutivoy los grupos económicos estadounidenses. Regresó ese último año y17 Ferrara, O.: «Gerardo Machado» (nota editorial), en: La Reforma Social, Tomo XXXII, núm. 4,agosto de 1925. Ferrara fue director y propietario de la revista hasta 1925. Ese año él vendió larevista a su colaborador Jac<strong>int</strong>o López, un venezolano. En esa época la revista radicaba en NewYork y dejó de <strong>int</strong>eresarse en el tema cubano, que hasta entonces había sido central.18 Carta de Alberto Lamar a Orestes Ferrara. Archivo Nacional, Donativos y Remisiones, años:1909/39, caja o legajo: 382, núm. de orden: 1, Contenido: Ferrara, O.61<strong>encuentro</strong>

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