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int encuentro 24 A - cubaencuentro.com - Cuba Encuentro

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uena letraEl ensayo <strong>int</strong>roductorio de Iván de laNuez, El hombre nuevo ante el otro futuro, planteadesde el título la disyuntiva más dramáticade ésta y de otras generaciones de cubanos:la posibilidad de reconvertir lo quefueron o de renunciar a un pesado pasadoque, a diferencia de lo que suele ocurrir enlas sociedades que tienen una relación másorgánica con sus propias tradiciones, no solono fue una forma de preparación para el futuro(sea esto lo que sea) sino una sistemáticaformación para la irrealidad, formaciónque, por cierto, <strong>com</strong>partimos los que somosun poco más viejos y qué decir de quienesson mucho más jóvenes.Las transformaciones que ha vivido la sociedadcubana en estos últimos 40 años vanmucho más allá de lo político y alcanzan todaslas esferas de la vida cotidiana. Muy pocospaíses han conocido una ruptura tandrástica con su propio pasado <strong>com</strong>o la queha sufrido <strong>Cuba</strong>, ruptura que alcanza esferastan insospechables <strong>com</strong>o la cotidianidadgastronómica o las relaciones familiares. Enuno de los ensayos incluidos en Otras inquisiciones,Borges rememora a Chi Huang Ti,emperador que construyó la Gran Murallapara aislar a su país en el espacio y ordenóla quema de todos los libros (con excepciónde los tecnológicos), para aislarlo en eltiempo. Castro no necesitó de murallas, yaque Atlántico, Golfo de México y Caribecumplieron mucho mejor esa función. Encuanto a la destrucción del tiempo, la quemade libros del célebre y simbólico chinoresulta baladí si se la <strong>com</strong>para con la sistemáticatergiversación del pasado en la quenos educamos la mayoría de los cubanosque hoy estamos vivos. Ello explica que algunosde los textos de <strong>Cuba</strong> y el día después seanindagaciones y reconstrucciones del pasado,tanto del remoto, <strong>com</strong>o del cercano, es decir,del que les tocó vivir a sus autores y quenecesitan aprehender desde un presenteque es la negación de todo lo previsto.Iván de la Nuez explicita esta ingentecontradicción:Las criaturas aquí reunidas forman parate deun engendro —y dicha esta palabra sin elmenor matiz peyorativo— que un día se llamóHombre Nuevo. Provienen del boom demográficode los años sesenta, que duplicó lapoblación cubana hasta conseguir que estageneración constituya la mayoría viva de eseemplazamiento llamado <strong>Cuba</strong>. S<strong>int</strong>etizanparte del ideal ilustrado —desde Marx hastael Hombre Nuevo de Che Guevara—, aunquehan incubado también una buena dósisdel ideal romántico —desde Frankenstein yJosé Martí hasta la clonación y la manipulacióngenética de nuestros días—. Programadospara vivir en el <strong>com</strong>unismo, ahora tienenque asumir su «reprogramación» para habitarun futuro que no era el «suyo». Obligadosa la extraña circunstancia que les impone elhecho de tener que hacer arqueología de unpasado no vivido para ingresar, con alguna garantía,en el porvenir inesperado.Acaso el autor que <strong>int</strong>enta una reconstruccióndel futuro más pragmática sea RafaelRojas, lo cual es natural dada la naturalezade sus investigaciones, directamente relacionadascon la política. Aún así, sus reflexionesvan más dirigidas a las condiciones morales,<strong>int</strong>electuales y cívicas desde las que se <strong>int</strong>entarala nueva construcción o reconstrucciónnacional o del país, que a las formas queadoptará dicho proceso. Y las dudas anteriormenteexpuestas no son retóricas pueshay varias actitudes ante ese futuro, desde lasque defienden la necesidad de una reconstrucciónnacional —ya utilice los es<strong>com</strong>brosde la república colapsada (Rojas, hasta ciertopunto) o, incluso, los elementos que puedansobrevivir al fin del castrismo—, hasta quienesproponen una nueva edificación basadano tanto en la búsqueda de la entelequia nacional,sino en la creación de un espacio habitable(de la Nuez).Rojas es menos optimista de lo que sedesprende de su obra anterior:Justo cuando la transición a la democracia seacerca, más por las leyes de la biología quepor las de la historia, la sociedad cubana parecedesabastecida del mínimo de civismoque solicita una reconstrucción nacional.Curiosamente, casi las únicas tradicionesque han sobrevivido en <strong>Cuba</strong> son las artísticas,buena letra369<strong>encuentro</strong>

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