12.07.2015 Views

int encuentro 24 A - cubaencuentro.com - Cuba Encuentro

int encuentro 24 A - cubaencuentro.com - Cuba Encuentro

int encuentro 24 A - cubaencuentro.com - Cuba Encuentro

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

uena letrabuena letra384<strong>encuentro</strong>cubanas, una buena parte de los textos deRamón Fernández Larrea parecen <strong>com</strong>portarse<strong>com</strong>o un sutil juego de espejos, o <strong>com</strong>ouna espiral en cuyo centro están las dimensionesmás concretas o radicales de ese estadode cambio. Uno de sus poemas más citados,titulado precisamente Poema transitorio,descubre, con implacable lucidez la utopíadel paso del país hacia el socialismo o al <strong>com</strong>unismo:es difícil vivir sobre los puentes /atrásquedó la negra boca del odio / y no aparece el esplendor/ esto es también el esplendor /pero tampoco.Del mismo modo, y en una delicadísimavuelta de tuerca sobre el tema, se reconocelejos de la culpa de no haber sido partícipede ese pecado original que significó la lucharevolucionaria, culpa con la que muchos <strong>int</strong>electualesde aquella primera generaciónasumieron las transformaciones de 1959. Enrespuesta a uno de los textos que definieronel esquema, el poema El otro, de RobertoFernández Retamar (Nosotros, los sobrevivientes,¿a quienes le debemos la sobrevida?), fechadoel mismo primero de enero de 1959, RamónFernández Larrea, en un poema titulado Generación,escribe: Nosotros, los sobrevivientes, anadie le debemos la sobrevida /...viejo tony guiterasel curita los tantos / que atravesaron una vezla luz no pensaron que yo sería ramón / sudaronporque sí, porque la patria lo gritaba / porque todaslas cosas estaban puestas al descuido. Y no essolo el definirse ausente de esa culpa, sinoausente también de aquellos mecanismosque hicieron de esa culpa una memoria permanente,aun para quienes nunca tuvimossemejante memoria. Por primera vez las distanciasaparecen con una casi absoluta nitidezy con ello se define una generación, unageneración que es también sobreviviente,quizás de ese mismo acto de fe que es, sencillamente,el estar en <strong>Cuba</strong> a las dos de la tarde.La evidente ruptura temática aparecidacon la poesía de Ramón Fernández Larrea(que en no pocas ocasiones estuvo a<strong>com</strong>pañadade esa muy particular circunstancia quesupone el expresar lo «no autorizado» o elmeterse en «la boca del lobo») va de la manocon una evidente ruptura estilística. Partiendode la fuentes del conversacionalismo quecaracterizara a la generación anterior, la frasecoloquial es fragmentada en imágenesaparentemente inconexas; imágenes lejosde la mera fabulación y que no suponen másque la expresión de una realidad, en esencia,dispar. Esta percepción no es privativade poemas <strong>com</strong>o los antes mencionados, ode otros poemas, ocupados en presentar, porcauces más íntimos o más abarcadores, lasdislocaciones de ese proyecto nacional ilusoriamentehomogéneo, sino que abarca el temaindivisible de la obra de Ramón FernándezLarrea: las condiciones con las que elhombre enfrenta su existencia y la condiciónde caos a la que es enfrentado. No hayque imaginar una épica convencional; esascondiciones son las de los actos cotidianos,las del amor o las de las ilusiones, las denuestra pobre manera de expresarlas, las denuestra fuerza o nuestro cansancio al tratarde hacerlo. Las vertiginosidad, y a la vez laclaridad de las imágenes, tienen la concienciade lo efímero, de lo transitorio, y lo describencon su propio ritmo; crean un espacioimpermanente, o un no-espacio, o unlaber<strong>int</strong>o que no es más que el reconocimientode la desorientación, la simulación yla indiferencia a la que nos <strong>com</strong>pulsa elmundo contemporáneo todo.Cantar del tigre ciego es, ni más ni menos,que la más fina expresión de este modo y deestos temas. Del guerrero espantado que hanobligado a ser hasta el samurai que no encontró adios en su espada cada poema ofrece esa tajanteindividualidad con la que es re<strong>com</strong>pensadono solo el buen ejercicio de la escritura,sino la propia humildad ante la palabra, yaún, ante el silencio. Está <strong>Cuba</strong>, pero tambiénestá cualquier otra parte del mundo, ensu violencia o su belleza, y está un hermosohomenaje a los grandes poetas, a sus grandespoetas. Es un conjunto hecho de madurez yhecho de tiempo, pero es, ante todo, el deleitedel lenguaje; de ese lenguaje desenfadadoy prístino que algunos hemos tardado en volvera leer y que agradecemos ahora con lamisma vehemencia con que lo agradecimosantes, cuando tardábamos aún en balbucearnuestras primeras palabras. ■

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!