12.07.2015 Views

int encuentro 24 A - cubaencuentro.com - Cuba Encuentro

int encuentro 24 A - cubaencuentro.com - Cuba Encuentro

int encuentro 24 A - cubaencuentro.com - Cuba Encuentro

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Otro gallo cantaría de convivir pacíficamente bajo leyes e instituciones modernas. Tan temprano<strong>com</strong>o en 1901, recién promulgada la Constitución de 1901 con el apéndice dela Enmienda Platt, Sanguily pronunció un discurso en el Teatro Nacional de laHabana en el que invocaba el «conjuro de Martí», en «esta hora turbia», de«ansias miserandas», por haber sido él quien con mayor fuerza «creyó a lossuyos tan capaces <strong>com</strong>o las razas presuntuosas e insolentes, de civilidad y progreso»67 . En 1905, Varona será más amargo aún, cuando aseguraba que elorden republicano no era una obra de «atracción y concordia entre cubanos»,sino de «separación» 68 . Incluso un autonomista <strong>com</strong>o Rafael Montoro,quien nunca se sumó al proyecto martiano —aunque purgó aquella «culpa»con un <strong>int</strong>enso republicanismo—, admitía que la política poscolonial, lejos defavorecer, «perturbaba más o menos hondamente» la educación cívica de lanueva República 69 .¿Qué hubiera sido de Martí en aquella zozobra republicana? ¿Habría mantenidosu fe en la modernidad moral de la ciudadanía cubana? ¿O se habríafrustrado <strong>com</strong>o la mayoría de sus contemporáneos? Pensar lo segundo es realista;pensar lo primero y suponer que su entusiasmo habría regenerado unanación entera es mesiánico. Con todo, las diversas y selectivas apropiacionesde la herencia <strong>int</strong>electual y política de José Martí, por parte de los actores poscoloniales,se apoyaron en esa virtualidad, en la energía contrafactual quetrasmitía la ausencia del héroe 70 . Baste nuestro argumento para advertir quelos múltiples usos del legado tuvieron una condición hermenéutica en losenunciados de la formación discursiva martiana: política ant<strong>int</strong>electual, republicanismomínimo, idea clásica de la ciudadanía, idea moderna de la sociedad,entusiasmo moral, americanismo y <strong>com</strong>prensión múltiple de los derechospúblicos.Desde esta <strong>int</strong>erpretación resultan absurdas, por tanto, las instrumentacionestotales y excluyentes de la herencia martiana. José Martí fue un legadovivo de las dos repúblicas prerrevolucionarias, la de 1901 y la de 1940, y tambiénde la Revolución de 1959; aunque estas tres inscripciones de su referenciahayan sido dist<strong>int</strong>as. Suponer lo contrario —que sus ideas se respetaron enla República y se traicionaron en la Revolución o que ésta última «rescató elsepulcro», luego de su olvido y profanación republicanas— implica persistiren una querella por el símbolo, en la que se enfrascan dos alternativas autoritariasde un mismo control sobre los documentos nacionales.67 Ibid., pp. 302-314.68 Enrique José Varona: Op. cit., p. 35.69 Rafael Montoro: Discursos y escritos, Miami, Editorial <strong>Cuba</strong>na, 2000, p. 158.70 Jorge Mañach: El espíritu de Martí, San Juan, Puerto Rico, Editorial San Juan, 1973, pp. 27-47.111<strong>encuentro</strong>

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!