BibliografÃa - International Union Against Cancer
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DIETA<br />
122<br />
Se estima que los factores alimentarios están relacionados hasta 30% en la aparición de tumores en los<br />
países industrializados. Las estimaciones más recientes muestran un efecto ligeramente menor; sin<br />
embargo, la alimentación representa un factor relevante en la etiología de esta enfermedad y la dieta aparece<br />
en el segundo lugar, después del tabaco, en la lista de causas evitables del cáncer, en los países desarrollados.<br />
La influencia de la dieta y la nutrición es específica para el tipo y el sitio de los tumores malignos. Por ejemplo,<br />
los tumores del sistema hematopoyético (como las leucemias) probablemente no dependen de la alimentación<br />
en forma significativa, mientras que los tumores más frecuentes, como los de mama, colon y recto, están<br />
influenciados fuertemente por la alimentación y la nutrición (3). La incidencia y la mortalidad por cáncer en<br />
las distintas partes del mundo presentan una variación importante, en parte relacionada con los patrones<br />
alimentarios y los diferentes estilos de vida. En general, las incidencias son globalmente más elevadas en<br />
los países más industrializados. La etiología del cáncer y el papel de los alimentos fueron re examinados en<br />
el World <strong>Cancer</strong> Research Fund (4) por el Departamento de Salud del Reino Unido (5) y recientemente resumidas<br />
por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización para los Alimentos y la Agricultura (FAO)<br />
(1). El tipo de evidencia que se usa para evaluar la relación entre la alimentación y el cáncer va desde las<br />
comparaciones de prevalencia de cáncer entre países, los datos sobre poblaciones emigrantes, los estudios<br />
de casos y controles, y los seguimientos de cohortes, hasta los ensayos clínicos aleatorios controlados en<br />
algunos casos. Existe consenso en que estos últimos no pueden usarse como prueba esencial en la mayoría<br />
de los cánceres para llegar a conclusiones respecto al efecto de factores complejos como la alimentación,<br />
que comprende una amplia gama de sustancias bioactivas. Más aún, si se tomara el modelo de las pruebas<br />
aleatorias controladas como única evidencia válida, las personas deberían someterse a dietas controladas<br />
por largos periodos, en algunos casos desde la infancia, y ser controladas por 30 a 50 años para poder realizar<br />
una evaluación sobre el efecto de la dieta en la<br />
presentación de cáncer.<br />
Los estudios sobre la relación entre dieta y<br />
cáncer han ido evolucionando y tomando en<br />
cuenta de mejor forma los sesgos propios de<br />
los estudios observacionales y aun los correspondientes<br />
a los estudios de cohorte. Por esto,<br />
se han observado diferencias notables en la<br />
manera de ver esta relación según la localización<br />
tumoral. Por ejemplo, los datos actuales de<br />
países industrializados sugieren que el tumor<br />
de mama está asociado a la obesidad y a un<br />
consumo de alcohol moderado y no, como se<br />
pensaba en el pasado, que dependía del consumo<br />
de grasa saturada. Las pruebas son<br />
menos claras en cuanto al rol protector de las<br />
frutas y verduras. En América Latina, los datos<br />
sugieren que el consumo de carbohidratos de<br />
absorción rápida (azúcar) incrementa el riesgo<br />
de cáncer mamario (6).<br />
PREVENCION DEL CANCER: ESTRATEGIAS BASADAS EN LA EVIDENCIA<br />
Una guía de la UICC para América Latina