12.04.2013 Views

Bibliografía - International Union Against Cancer

Bibliografía - International Union Against Cancer

Bibliografía - International Union Against Cancer

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Ejemplos de estudios en América Latina<br />

1. Dieta y cáncer de mama<br />

Se ha observado en mujeres mexicanas que el consumo de carbohidratos, y, en particular carbohidratos de<br />

absorción rápida, se asocia con un incremento significativo del riesgo de cáncer mamario. En mujeres con un<br />

consumo alto de fibra, el impacto del consumo de azúcar se vio aminorado (6). Estos datos fueron<br />

corroborados en un estudio posterior que reveló también una importante disminución en el riesgo de cáncer de<br />

mama en mujeres con un nivel de consumo alto de folatos y vitamina B12 (7). Con base en estos resultados,<br />

se recomendó a las mujeres mexicanas una dieta baja en azúcares refinadas, refrescos y pan blanco, y rica en<br />

fibra, frutas y verduras.<br />

2. Consumo de mate y cáncer<br />

En ciertas regiones del Cono Sur (Argentina, sur de Brasil y Uruguay), algunos estudios epidemiológicos han<br />

asociado el consumo elevado de mate caliente con el aumento del riesgo para ciertos cánceres de la vía aérea y<br />

digestiva, entre los que se destaca especialmente, el cáncer de esófago (8). Como conseguencia de los diversos<br />

estudios, la Agencia Internacional de Investigaciones en <strong>Cancer</strong> ha clasificado al consumo de mate caliente, y no<br />

al mate en sí mismo, como probablemente carcinógeno para humanos (Grupo2A ).<br />

En el caso de los tumores colorrectales, el sobrepeso, la obesidad y el consumo elevado de alcohol y carnes<br />

rojas pueden favorecerlos en forma importante, mientras que el consumo alto de verduras, ácido fólico y<br />

calcio aparece como factor protector (1). Se han realizados algunos estudios aleatorios controlados de<br />

intervención alimentaria, principalmente para evitar la recidiva de adenomas. Sin embargo, los resultados<br />

(incidencia de recidivas de los adenomas) no han sido los esperados (9). Esto ha llevado a reexaminar el<br />

verdadero papel de la alimentación en las distintas etapas de la enfermedad, la importancia de tal o cual<br />

ingrediente de un modo específico o general y los diferentes momentos de la vida en los que un cambio<br />

en la dieta podría tener mayor influencia en prevenir o retrasar el desarrollo del tumor.<br />

Existe gran cantidad de evidencia sobre el papel del sobrepeso y la obesidad (incluso el aumento de peso en la<br />

edad adulta) junto a una escasa actividad física, como factor importante en el desarrollo de diversos cánceres (10,<br />

11). Los resultados de los estudios observacionales sugieren que el aumento del consumo de energía, el límite en<br />

el consumo de alcohol y el consumo suficiente y equilibrado de frutas y verduras, ayuda a reducir la incidencia<br />

general de cáncer (1, 4, 5). El tipo de dieta recomendada para una buena salud es similar a la dieta de los países<br />

mediterráneos y asiáticos. Estos patrones alimentarios incluyen una serie de sustancias protectoras, con un alto<br />

contenido de antioxidantes provenientes de verduras, frutas y del aceite de oliva, y de algunos alimentos ricos en<br />

vitaminas A y C (12). La evidencia del papel etiológico de distintas dietas y hábitos alimenticios (por ejemplo, un<br />

consumo elevado de carnes rojas, alimentos perecederos mal conservados, aditivos, plaguicidas y cocción a<br />

temperaturas elevadas) en el aumento del riesgo general de cáncer parecen menos claros, si bien la relación entre<br />

un bajo consumo de fibra en la dieta y un alto riesgo de cáncer colorrectal parece estar respaldada (13, 14).<br />

Algunos consumidores sostienen que los suplementos alimenticios constituyen un camino más fácil para<br />

obtener una nutrición óptima, que los cambios en el patrón dietético. Sin embargo, la OMS y el World<br />

<strong>Cancer</strong> Research Fund (4) concuerdan en que los suplementos "no son necesarios y no contribuyen a reducir<br />

el riesgo de cáncer" y, además, que es improbable que sean capaces de sustituir el amplio espectro de<br />

componentes biológicamente activos presentes y aún por identificar en verduras y frutas (15). Más aun, las<br />

relaciones epidemiológicas observadas frente a niveles plasmáticos de caroteno o ácido ascórbico no han<br />

PREVENCION DEL CANCER: ESTRATEGIAS BASADAS EN LA EVIDENCIA<br />

Una guía de la UICC para América Latina<br />

DIETA<br />

123

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!