BibliografÃa - International Union Against Cancer
BibliografÃa - International Union Against Cancer
BibliografÃa - International Union Against Cancer
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Los investigadores de los Instituos Nacionales de la Salud de los Estados Unidos (NIH) (32) encontraron que<br />
los mejores indicadores para predecir la capacidad de cambiar la dieta son la toma de conciencia de la<br />
recomendación de comer cinco o más porciones de vegetales, los gustos y la capacidad individual para<br />
lograr comer frutas y verduras en diversas situaciones.<br />
La Agency for Healthcare Research and Quality (25) también encontró la ayuda proveniente de los componentes<br />
sociales (por ejemplo, la familia o los educadores) asociada a mayores aumentos en el consumo de frutas<br />
y verduras. Por ejemplo, los cinco estudios que incluyeron un componente de apoyo social demostraron un<br />
aumento estadísticamente significativo en la ingestión de frutas y verduras, mientras que en sólo 9 de 17<br />
estudios en los cuales no hubo apoyo social se obtuvieron resultados semejantes (ver recuadro siguiente) (39).<br />
Estrategias para el apoyo social en los programas de cambios alimentarios<br />
Ayuda Ejemplos<br />
En las parejas<br />
En familia<br />
Identificar acciones personales de la pareja; acordar ayuda práctica<br />
Actividades grupales, interacciones familiares que influyan en el consumo de alimentos<br />
En grupo Controlarse el peso mutuamente, conformar grupos de autoayuda<br />
Los estudios tendientes a fijar objetivos y actividades en la dieta (por ejemplo, preparación de la comida, probar,<br />
comer) produjeron aumentos significativos del consumo de frutas y verduras con mayor frecuencia; sin embargo,<br />
el aumento no fue mayor que el medido en los estudios en los cuales no se aplicaban dichas técnicas.<br />
Una alimentación saludable y variada<br />
Si bien las intervenciones sobre el patrón de consumo alimentario difieren en los distintos ambientes (escuelas,<br />
universidades, lugares de trabajo, centros de asistencia sanitaria, comunidades, bares y supermercados), todas tienen<br />
en común aspectos educacionales destinados a aumentar la toma de conciencia sobre la elección apropiada de<br />
los alimentos. La necesidad de mejorar la disponibilidad y variedad de alimentos, afrontando también el costo y la<br />
aceptabilidad de una dieta saludable. En general, los métodos actuales toman en consideración teorías de<br />
comportamiento, de motivación y educativas. La intervención en la comunidad de Carelia del Norte en Finlandia<br />
(20), incluía teorías de innovación-difusión y de mercadeo social para delinear programas de cambios en el estilo<br />
de vida a nivel de la comunidad, inclusive acciones sobre la alimentación colectiva y una educación alimentaria dirigida<br />
particularmente a los servicios de protección de la salud de madre y el niño.<br />
Roe et al. (33) sugirieron que para lograr intervenciones más eficaces para promover una dieta sana en las escuelas,<br />
los lugares de trabajo, los centros sanitarios y la comunidad debían concentrarse en modificar sólo la alimentación<br />
y la actividad física. Las intervenciones más efectivas en estos ambientes se basan en la teoría de cambios de<br />
comportamiento que pueden, por ejemplo, estimular la formulación de objetivos claros. Otras características<br />
asociadas a la eficacia incluían algunos contactos personales individuales o en pequeños grupos, la participación<br />
familiar y un régimen personalizado. En fin, las intervenciones eficaces se caracterizaron también por la promoción<br />
de cambios en el ámbito local (por ejemplo, en el sector de servicios de alimentación colectiva) y por múltiples<br />
contactos por periodos largos.<br />
PREVENCION DEL CANCER: ESTRATEGIAS BASADAS EN LA EVIDENCIA<br />
Una guía de la UICC para América Latina<br />
DIETA<br />
131