BibliografÃa - International Union Against Cancer
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INFECCIONES<br />
212<br />
Helicobacter pylori y cáncer<br />
Se ha postulado que Helicobacter pylori participa en la génesis de cáncer en varias localizaciones del tracto gastrointestinal,<br />
pero sólo su papel en el cáncer de estómago se considera seriamente. Mientras que en Europa el cáncer gástrico es<br />
una neoplasia infrecuente, prácticamente en toda Latinoamérica es muy importante. Es el cáncer que produce más<br />
muertes en Chile y Perú. La tasa de incidencia para cáncer de estómago en Lima es de 20 por 100.000 y la de mortalidad<br />
es de 16 por 100.000, y se ha observado una disminución de la incidencia de 30% en varones y de 9% en mujeres a<br />
lo largo de los últimos treinta años (40). El linfoma primario no Hodgkin del estómago representa el 6,4% de los tumores<br />
gástricos (41). Actualmente se acepta la participación de H. pylori en el progreso del linfoma gástrico.<br />
Evidencia científica de la etiología de la enfermedad<br />
La bacteria H. pylori, que coloniza el estómago humano, se aisló por primera vez en 1982. La infección es ubicua<br />
y parece ser común alrededor del mundo (2). La prevalencia de la infección causada por H. pylori en países<br />
latinoamericanos es alta; oscila entre 30% y 90%, con un promedio de 60%, según las condiciones socioeconómicas<br />
de una población dada (41). Un reciente estudio de población efectuado en Chile muestra que la tasa media<br />
de infección por H. pylori es de 73% a 76% en hombres y de 70% en mujeres, con una importante variación<br />
regional de las tasas de infección que se relacionaron con las tasas de cáncer gástrico (42). En la mayoría de los<br />
casos, se adquiere a temprana edad a través de la contaminación oral y persiste sin ninguna o poca presencia de<br />
síntomas. Su transmisión es favorecida por el bajo estatus económico aunque, en la población peruana, las tasas<br />
de infección en los diversos niveles socioeconómicos son similares, con excepción de las mujeres de nivel alto,<br />
las cuales presentan una tasa de infección estadísticamente inferior (44).<br />
Los trastornos gástricos comunes que se desarrollan en las personas infectadas incluyen gastritis crónica,<br />
úlcera del duodeno y, en menor cantidad de individuos, cáncer gástrico o linfoma del tejido linfoide de células<br />
B asociado a mucosas, conocido como MALT. La bacteria se clasifica como carcinógeno humano (2).<br />
Se ha demostrado de forma inequívoca que H. pylori es la principal causa de gastritis. La evidencia<br />
epidemiológica directa que relaciona a H. pylori con el cáncer gástrico resulta mucho menos clara. Muchos<br />
de los estudios epidemiológicos han mostrado asociaciones poco sólidas e inconsistentes. Esto, junto al<br />
hecho de que sólo una pequeña proporción de individuos con gastritis secundaria a H. pylori progresa<br />
finalmente a cáncer gástrico, sugiere que el papel de los cofactores es muy importante. Estos cofactores<br />
podrían depender del huésped o estar relacionados con el ambiente o con el propio Helicobacter. Entre los<br />
relacionados con el huésped, la susceptibilidad genética podría ser uno de los determinantes de la evolución<br />
de la infección por H. pylori, al modular la respuesta inmunitaria y los mecanismos de defensa del huésped.<br />
Es probable que los factores dietéticos también sean uno de los principales cofactores ambientales (41).<br />
El consumo habitual de una dieta rica en sal y nitratos refuerza la progresión de las alteraciones de la mucosa<br />
gástrica y la formación de carcinógenos (nitrosaminas) in situ. Por el contrario, la ingestión generosa de<br />
frutas y vegetales se asocia con una reducción del riesgo para cáncer gástrico (44).<br />
También, existe la posibilidad de que algunas cepas de la bacteria sean más eficientes que otras en inducir<br />
atrofia, la cual es esencial para el desarrollo del cáncer gástrico. Las cepas virulentas que se han asociado<br />
fuertemente con la úlcera péptica y el cáncer son aquéllas que conllevan variantes genéticos (45-47). La hipótesis<br />
de que sólo algunas variantes de la bacteria son relevantes para la transformación maligna podría explicar los<br />
PREVENCION DEL CANCER: ESTRATEGIAS BASADAS EN LA EVIDENCIA<br />
Una guía de la UICC para América Latina