12.05.2013 Views

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

NORA ROBERTS ÁNGELES CAÍDOS<br />

Brody vio en ella la noche anterior habían <strong>de</strong>saparecido.<br />

—Solo necesito coger algunas cosas para... Vaya, ¿ibas a picar algo?<br />

—¿Eh? —consiguió <strong>de</strong>cir él, aún absorto en el beso y en la expresión <strong>de</strong> Reece.<br />

—Has sacado el almirez.<br />

—Reece... —Se maldijo por haberlo <strong>de</strong>jado fuera—. ¿Qué tienes aquí? Parece...<br />

Aquel brillo que <strong>de</strong>spedían sus ojos <strong>de</strong>sapareció.<br />

—No las tomo —dijo, mirándole con ojos <strong>de</strong>sconsolados—. Solo las guardo por<br />

si acaso, y para recordarme a mí misma <strong>de</strong> qué estoy tratando <strong>de</strong> alejarme. No quiero<br />

que pienses que...<br />

—Yo no las he puesto ahí.<br />

—Entonces... ¡Oh!<br />

—Son trampas, Reece —dijo al tiempo que <strong>de</strong>jaba el rodillo en la cubeta y se<br />

acercaba a ella—. Te está poniendo trampas, y tú no <strong>de</strong>bes caer en ellas.<br />

—¿Y qué preten<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir con esto? —preguntó ella mientras metía los <strong>de</strong>dos en<br />

el almirez y <strong>de</strong>jaba que las píldoras resbalasen por ellos—. «¿Por qué no las picas,<br />

elaboras una buena pasta, la untas en tostadas y te olvidas <strong>de</strong> todo?»<br />

—No importa lo que diga si tú no le escuchas.<br />

—Sí que importa —replicó ella volviéndose <strong>de</strong> golpe; en lugar <strong>de</strong> <strong>de</strong>sconsuelo,<br />

sus ojos <strong>de</strong> gitana <strong>de</strong>spidieron chispas <strong>de</strong> ira—. Si no le escucho, no puedo<br />

respon<strong>de</strong>rle. No puedo hacerle saber que no va a mandarme otra vez con las píldoras<br />

y los médicos. No voy a volver a la oscuridad porque él sea un asesino, un cobar<strong>de</strong> y<br />

un hijo <strong>de</strong> puta. —Agarró el almirez; Brody temió que lo estrellara contra el suelo,<br />

pero Reece lo volcó en el frega<strong>de</strong>ro y abrió el grifo a tope—. No las necesito. No las<br />

quiero. Que le <strong>de</strong>n.<br />

—Debería haber sabido que no eres <strong>de</strong> las que tiran la vajilla al suelo —dijo<br />

Brody mientras apoyaba las manos en los hombros <strong>de</strong> ella y contemplaba cómo se<br />

<strong>de</strong>shacían las píldoras—. Ese no sabe con quién se enfrenta.<br />

—Seguramente me entrará el pánico más tar<strong>de</strong>, cuando piense que no las tengo.<br />

Son mi red <strong>de</strong> seguridad.<br />

—Supongo que si necesitas una red el doctor te hará una receta.<br />

—Sí, supongo que sí.<br />

Reece suspiró. «Las he tirado por el <strong>de</strong>sagüe para <strong>de</strong>mostrar algo», pensó.<br />

—Me reservaré esa posibilidad —añadió—, y a ver cómo me va sin red.<br />

Brody pensó en el álbum <strong>de</strong> fotos que había escondido creyendo que la<br />

protegía. Se dio cuenta <strong>de</strong> que lo que necesitaba no era protección, sino fe. Necesitaba<br />

que alguien creyese que estaba equilibrada.<br />

—Hay otra cosa. Va a afectarte un poco más que esto.<br />

—¿Qué?<br />

Mientras ella miraba a su alre<strong>de</strong>dor en busca <strong>de</strong> la trampa, él fue hasta el<br />

or<strong>de</strong>nador portátil y sacó el pequeño álbum.<br />

—Lo ha hecho para trastornarte. No le permitas que gane.<br />

Reece abrió el álbum. Esta vez no le temblaron las manos sino el corazón.<br />

—¿Cómo ha podido hacerles esto? Con todo lo que pasaron y todo lo que<br />

— 205 —

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!