12.05.2013 Views

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

NORA ROBERTS ÁNGELES CAÍDOS<br />

inclinó y le dio un beso en la cabeza—. Gracias —repitió—. No me lo merezco.<br />

—¡Oh, vamos! —exclamó el hombre; el rubor afloró en sus mejillas—. Si se le<br />

ocurre algo que no acostumbremos a tener, solo tiene que <strong>de</strong>círmelo y lo pediré. No<br />

hay problema.<br />

—Lo haré. Gracias.<br />

Reece <strong>de</strong>cidió que, en cuanto pudiera, prepararía algo especial, algo magnífico,<br />

e invitaría al señor Drubber a cenar en casa <strong>de</strong> Brody.<br />

Entró en la cocina a tiempo <strong>de</strong> ver a Linda-Gail mientras <strong>de</strong>jaba con fuerza una<br />

pila <strong>de</strong> platos sucios junto a Pete.<br />

—Vaya...<br />

—Problemas en el paraíso —susurró Pete.<br />

—No murmuréis a mí alre<strong>de</strong>dor —dijo Linda-Gail en tono brusco; al volverse,<br />

su cabello se movió como una corta capa roja—. No soy sorda.<br />

—Si sigues <strong>de</strong>jando así las cosas te vas a quedar en paro.<br />

Linda-Gail se dio la vuelta y miró a Joanie.<br />

—No <strong>de</strong>jaría así las cosas si tu hijo no fuese un mentiroso y un tramposo.<br />

La expresión <strong>de</strong> Joanie se mantuvo plácida mientras seguía asando carne y<br />

cebollas.<br />

—Mi chico pue<strong>de</strong> ser muchas cosas no muy halagadoras, pero nunca ha sido<br />

ninguna <strong>de</strong> las que has dicho. Mi<strong>de</strong> tus palabras, Linda-Gail.<br />

—¿No me dijo que tenía que quedarse en el rancho ayer por la tar<strong>de</strong> porque<br />

una yegua tenía cólicos? ¿No era una mentira gordísima? Reuben ha estado aquí<br />

hace un cuarto <strong>de</strong> hora y me ha preguntado si me gustó la película que fui a ver con<br />

Cas ayer por la tar<strong>de</strong>.<br />

—Podría ser que Reuben estuviese confundido. Podrían ser muchas cosas.<br />

Linda-Gail levantó la barbilla.<br />

—Tú eres su madre y tienes que <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rle, pero yo no pienso tolerar que me<br />

mienta o me engañe.<br />

—No te lo reprocho; háblalo con él cuando mejor te vaya. Siempre que no sea<br />

cuando te pago para que atiendas las mesas.<br />

—Dijo que me quería, Joanie —respondió la joven con voz un poco insegura;<br />

Joanie apretó los labios—. Dijo que estaba dispuesto a construir una vida conmigo.<br />

—Entonces espero que tengas esa conversación con él muy pronto. Ahora, sal<br />

ahí fuera y haz tu trabajo. Tenemos clientes.<br />

—Tienes razón. Ya he perdido bastante tiempo con él. Los hombres no sirven<br />

para nada.<br />

Linda-Gail salió con paso majestuoso, y Joanie suspiró.<br />

—Si ese chico ha echado a per<strong>de</strong>r esto, es más burro <strong>de</strong> lo que creía.<br />

Joanie parecía preocupada, pero Reece sintió que se le hacía un nudo en el<br />

estómago. ¿Dón<strong>de</strong> había estado Cas la noche anterior y por qué había mentido?<br />

—¿Y tú? ¿Vas a quedarte ahí plantada soñando <strong>de</strong>spierta —quiso saber<br />

Joanie— o te vas a encargar <strong>de</strong> esta parrilla? Tengo trabajo que hacer en la oficina, y<br />

tengo que pagar toda esa puñetera pintura.<br />

— 294 —

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!