12.05.2013 Views

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

NORA ROBERTS ÁNGELES CAÍDOS<br />

Antes <strong>de</strong> que se levantara, sonó el teléfono.<br />

La voz familiar le ayudó a relajarse <strong>de</strong> nuevo. La petición insólita pero<br />

interesante le hizo reflexionar.<br />

Diez minutos <strong>de</strong>spués, Brody salía <strong>de</strong> la casa, subía al coche y se alejaba <strong>de</strong>l<br />

pueblo.<br />

Al pasar, echó un vistazo hacia Ángel Food. Si aquello salía bien, esperaba tener<br />

una solución para Reece en un par <strong>de</strong> horas.<br />

En ese momento empezaba todo. Y no habría vuelta atrás, ni remordimientos,<br />

ni errores. Era arriesgado, y sus cálculos tendrían que ser perfectos. Pero podía<br />

hacerse. Tenía que hacerse.<br />

La cabaña era el lugar perfecto para ese primer paso. Tranquila y aislada,<br />

resguardada por el bosque y el pantano. Nadie iría allí a buscarlos. Igual que nadie<br />

había ido nunca a buscar a Deena.<br />

Cuando lo hubiese hecho, tendría horas para comprobar que lo había hecho<br />

todo <strong>de</strong> la forma a<strong>de</strong>cuada. Cubriría todas sus huellas, como siempre. Y todo<br />

volvería a estar en su sitio. Otra vez. Como <strong>de</strong>bía ser.<br />

—Muy bien, Cas. Quiero saber adón<strong>de</strong> vamos.<br />

—Eso es cosa mía.<br />

Linda-Gail cruzo los brazos y probó a mirarle con los ojos entornados, pero él<br />

no cedió.<br />

No era el camino <strong>de</strong> Jackson Mole. Ella esperaba en secreto que la llevase a un<br />

restaurante elegante, don<strong>de</strong> pudiese lucir su vestido nuevo.<br />

Pero no se había dirigido hacia allí. En realidad...<br />

—Si crees por un momento que voy a sentarme junto a un fuego <strong>de</strong><br />

campamento con este vestido, estás más loco <strong>de</strong> lo que pensaba.<br />

—No vamos <strong>de</strong> acampada. Des<strong>de</strong> luego, ese vestido es la bomba —dijo él al<br />

tiempo que le lanzaba una breve mirada encendida—. Espero que lo que lleves<br />

<strong>de</strong>bajo sea igual <strong>de</strong> mortífero.<br />

—Si esto sigue así, no vas a ver lo que hay <strong>de</strong>bajo.<br />

—¿Te apuestas algo?<br />

Él le <strong>de</strong>dicó una sonrisa satisfecha y tomó la siguiente curva.<br />

La muchacha comprendió adón<strong>de</strong> iban y sintió que le invadía la rabia.<br />

—Más vale que <strong>de</strong>s la vuelta y me lleves otra vez a casa.<br />

—Si <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> diez minutos sigues pensando así, lo haré.<br />

Aparcó <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> la cabaña con todos los planes y preparativos en la cabeza.<br />

Los nervios le atenazaban, pero se acorazó contra ellos.<br />

Había ido <strong>de</strong>masiado lejos para echarse atrás.<br />

Como Linda-Gail no se movía, bajó <strong>de</strong> la furgoneta, dio la vuelta y le abrió la<br />

puerta. Qué menos que mostrarse atento, por algo ella llevaba ese vestido tan sexy y<br />

él se había enfundado en su mejor traje.<br />

—Vamos, entra, cariño, no seas tozuda —dijo en un intento <strong>de</strong> tranquilizarla y<br />

engatusarla como si fuese una yegua resabiada—. De lo contrario tendré que llevarte<br />

por la fuerza.<br />

— 328 —

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!