12.05.2013 Views

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

NORA ROBERTS ÁNGELES CAÍDOS<br />

—Des<strong>de</strong> luego, no paras <strong>de</strong> quejarte. —Joanie se acercó a la olla y la olió—. A<br />

mí me parece que tiene buena pinta.<br />

Reece se dio cuenta <strong>de</strong> que había vuelto a hablar sola.<br />

—Lo siento. Quedará muy buena. Es que estoy <strong>de</strong> mal humor.<br />

—He podido verlo por mí misma durante toda la mañana. Y ahora, a<strong>de</strong>más, te<br />

he oído. Esto no es un restaurante fino. Si querías lujo, tenías que haber dirigido el<br />

coche hacia Jackson Hole.<br />

—Está bien. Lo siento.<br />

—No he pedido la primera disculpa, y la segunda ya es una pesa<strong>de</strong>z. ¿No tienes<br />

carácter?<br />

—Tenía. Sigue en el taller <strong>de</strong> reparaciones.<br />

Cualquiera que fuese la causa <strong>de</strong>l mal humor, la mirada <strong>de</strong> Reece y sus<br />

movimientos espasinódieos resultaban preocupantes.<br />

—Te he dicho que preparases lo que quisieras para la sopa <strong>de</strong>l día, ¿no? —dijo<br />

Joanie en tono enérgico—. Si quieres algo que no tengamos aquí, haz una lista. A lo<br />

mejor lo encargo. Si no tienes iniciativa para pedirlo, luego no murmures y protestes.<br />

—De acuerdo.<br />

—¡Sal marina...!<br />

Con un bufido <strong>de</strong> burla, Joanie se alejó a gran<strong>de</strong>s zancadas para servirse una<br />

taza <strong>de</strong> café. Des<strong>de</strong> el rincón, pudo contemplar a Reece a sus anchas. Observó que la<br />

muchacha estaba pálida y tenía ojeras.<br />

—Diría que no te fue <strong>de</strong>masiado bien en tu día libre.<br />

—No, no me fue bien.<br />

—Mac me dijo que hiciste una excursión por el sen<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> Little Ángel.<br />

—Sí.<br />

—Te vi volver con Brody.<br />

—Sí... nos encontramos en el sen<strong>de</strong>ro.<br />

Joanie bebió <strong>de</strong>spacio un sorbo <strong>de</strong> café.<br />

—Tal como te tiemblan las manos en lugar <strong>de</strong> filetear esas zanahorias vas a<br />

acabar cortándote los <strong>de</strong>dos en rodajas.<br />

Reece <strong>de</strong>jó el cuchillo y se volvió.<br />

—Joanie, vi... —empezó, pero se interrumpió cuando Brody entró en el local—.<br />

¿Puedo tomarme un <strong>de</strong>scanso?<br />

«Algo pasa —pensó Joanie al ver a Brody, que se <strong>de</strong>tuvo y esperó—. Estos se<br />

traen algo entre manos.»<br />

—A<strong>de</strong>lante.<br />

Reece no se echó a correr pero salió <strong>de</strong>prisa <strong>de</strong> <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> la barra con los ojos<br />

fijos en Brody. El corazón le golpeaba las costillas. Y su mano se alargó para coger la<br />

<strong>de</strong> él cuando aún estaba a dos pasos.<br />

—¿La habéis...?<br />

—Vamos fuera.<br />

La muchacha se limitó a asentir, un gesto innecesario porque Brody ya tiraba <strong>de</strong><br />

ella hacia la puerta.<br />

— 87 —

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!