12.05.2013 Views

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

NORA ROBERTS ÁNGELES CAÍDOS<br />

Capítulo 24<br />

Linda-Gail no sabía qué hacer. No recordaba haber metido tanto la pata con un<br />

hombre jamás, y nunca un hombre le había importado tanto como Cas.<br />

Y seguramente por eso había metido la pata.<br />

Cas no respondía al teléfono. Ella <strong>de</strong>seaba estar cabreada con él por ese motivo,<br />

pero en lugar <strong>de</strong> eso se sentía un poco asustada, un poco triste. Y muy confusa.<br />

Lo había planeado todo, se había pasado horas, días y noches calculando cómo<br />

domar a Cas cuando llegase el momento. Cuando a ella le conviniese. Caray, si había<br />

un hombre que necesitara que lo domasen, ese era Cas.<br />

Le había dado mucho tiempo, mucho espacio. Había llegado el momento <strong>de</strong><br />

que ambos sentasen la cabeza. Juntos.<br />

Mientras se dirigía hacia el rancho en su coche, ro<strong>de</strong>ada por los campos <strong>de</strong><br />

salvia a punto <strong>de</strong> florecer, se sentía <strong>de</strong>cidida a <strong>de</strong>cirle eso mismo. O pescaba o<br />

cortaba el cebo.<br />

Y si él optaba por cortar el cebo, no sabía qué <strong>de</strong>monios iba a hacer ella.<br />

Deseó haber hablado con Reece antes <strong>de</strong> dar ese paso. Tenía experiencia,<br />

sabiduría urbana y estilo. Pero también tenía muchos problemas, y <strong>de</strong>bía <strong>de</strong> estar un<br />

poquito enfadada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que se había visto implicada en una pelea <strong>de</strong> bar.<br />

Un búfalo plantado en el centro <strong>de</strong> la carretera como si fuese suya la obligó a<br />

frenar. Con un toque <strong>de</strong> claxon, lo animó a apartarse y alejarse por los campos.<br />

Dios, ¿en qué estaba pensando cuando se le ocurrió pavonearse con aquel<br />

estúpido justo <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> las narices <strong>de</strong> Cas? En ponerle un poco celoso, en mostrarle<br />

lo que se perdía. En ese momento le pareció lo más a<strong>de</strong>cuado. El problema era que<br />

había funcionado <strong>de</strong>masiado bien.<br />

¿Cómo iba a imaginarse ella que se liarían a golpes?<br />

«Hombres», pensó con <strong>de</strong>sprecio, mirando con el ceño fruncido las flores<br />

silvestres, la manada <strong>de</strong> antílopes americanos que las mordisqueaban, y preparando<br />

el terreno para enfadarse.<br />

Solo estaba bailando, por el amor <strong>de</strong> Dios.<br />

Tamborileó con los <strong>de</strong>dos contra el volante al ritmo <strong>de</strong> Kenny Chesney. Lo que<br />

<strong>de</strong>bía hacer era dar la vuelta, regresar al pueblo y <strong>de</strong>jar que Cas se cociera en su<br />

propia bilis durante unos días más. A ser posible para siempre. Lo que <strong>de</strong>bía hacer<br />

era seguir, localizar a aquel vaquero <strong>de</strong>scerebrado y <strong>de</strong>cirle lo que opinaba <strong>de</strong>l jaleo<br />

que había armado por nada.<br />

Así que siguió a<strong>de</strong>lante, pisando a fondo el acelerador <strong>de</strong> su pequeño coche,<br />

<strong>de</strong>jando que el viento entrase por las ventanillas abiertas mientras Chesney seguía<br />

cantando.<br />

— 270 —

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!