12.05.2013 Views

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

NORA ROBERTS ÁNGELES CAÍDOS<br />

—Muy bien. Voy a llamar a Reece para pedirle que venga a buscarme en cuanto<br />

pueda.<br />

—No vayas a llamar a nadie —murmuró Cas, y tiró <strong>de</strong> ella hacía la cabaña—.<br />

No teníamos que llegar tan pronto, pero tenías tanta prisa por salir,.. Mi intención era<br />

llegar aquí al anochecer.<br />

—Pues aún es <strong>de</strong> día.<br />

Linda-Gail entró con paso majestuoso, <strong>de</strong>cidida a sacar su teléfono y llamar a<br />

Reece. Luego se quedó tan pasmada que no pudo hacer otra cosa que no fuese mirar.<br />

Por tercera vez en diez minutos Reece miró el reloj. ¿Por qué no llamaba Linda-<br />

Gail? ¿Por qué no había podido convencerla <strong>de</strong> que no fuese esa noche con Cas?<br />

Cinco minutos más, se prometió, y llamaría a Linda-Gail. Por absurdo que<br />

pareciese, le preguntaría dón<strong>de</strong> estaba, y se aseguraría <strong>de</strong> que Cas comprendiese que<br />

lo sabía.<br />

—Mirando la hora no conseguirás que el tiempo pase más <strong>de</strong>prisa. De todos<br />

modos, no acabas hasta las diez. —Joanie sacó el estofado <strong>de</strong> la olla—. Y no se te<br />

ocurra pedirme que te <strong>de</strong>je salir antes. Ya me falta una camarera.<br />

—No quiero salir antes. Es que Linda-Gail ha dicho que me llamaría y no lo ha<br />

hecho.<br />

—Supongo que está <strong>de</strong>masiado ocupada para pensar en llamarte. Ha<br />

conseguido que le diese la noche libre, ¿no? A<strong>de</strong>más, es sábado por la noche. Mi hijo<br />

y ella se han aliado contra mí. Un par <strong>de</strong> retrasados, eso es lo que son. Des<strong>de</strong> su<br />

punto <strong>de</strong> vista, todo es sol, rosas y rayos <strong>de</strong> luna. Pero aquí lo que hay son<br />

hamburguesas, estofado y solomillo frito, así que prepara ese pedido.<br />

—¿Cómo? ¿Qué has dicho?<br />

—He dicho que prepares ese pedido.<br />

—Sol y rayos <strong>de</strong> luna. Ya me acuerdo. ¡Oh, oh, Dios mío! Ya me acuerdo.<br />

Vuelvo en un minuto.<br />

Con los brazos en jarras y la barbilla alta, Joanie se plantó ante ella.<br />

—Dos minutos.<br />

—Dentro <strong>de</strong> dos minutos esa hamburguesa estará quemada. Prepara ese<br />

pedido. —¡Maldita sea! Pero Reece se apresuró a preparar el pedido.<br />

Había una mesa <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> la chimenea <strong>de</strong> la cabaña. Sobre la mesa había un<br />

mantel blanco; sobre el mantel, un jarrón azul lleno <strong>de</strong> rosas. Había velas y platos<br />

bonitos. Lo más sorpren<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> todo era que junto a la mesa había un soporte con<br />

una cubitera <strong>de</strong> plata. En la cubitera <strong>de</strong>scansaba una botella <strong>de</strong> champán.<br />

Y cuando Cas cogió un mando a distancia y pulsó la tecla <strong>de</strong> play, Wynonna<br />

Judd cantó una balada con mucha suavidad.<br />

—¿Qué es todo esto? —preguntó una confusa Linda-Gail.<br />

—Es una cita <strong>de</strong> sábado por la noche.<br />

Deseoso <strong>de</strong> hacer su papel, Cas le quitó el chal que llevaba sobre los hombros.<br />

Lo <strong>de</strong>jó a un lado y se apresuró a encen<strong>de</strong>r velas por la habitación.<br />

—Pensaba que estaría un poco más oscuro, pero no pasa nada.<br />

—No pasa nada —repitió ella, aturdida—. Cas, ¡qué bonito!<br />

— 329 —

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!