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Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

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NORA ROBERTS ÁNGELES CAÍDOS<br />

vez que recorría ese sen<strong>de</strong>ro. Se sintió sola, conmocionada, asustada e impotente<br />

mientras presenciaba la escena.<br />

—A través <strong>de</strong> unos prismáticos, al otro lado <strong>de</strong>l río Snake. —Rick levantó una<br />

mano—. Tal vez todo pasó tal como ella dijo, pero tengo que tomar en consi<strong>de</strong>ración<br />

las circunstancias y la falta <strong>de</strong> pruebas. ¿Pue<strong>de</strong>s afirmar que estás seguro <strong>de</strong>l todo <strong>de</strong><br />

que no se equivocó? Quizá viese a un par <strong>de</strong> personas discutiendo, que incluso viese<br />

a un hombre golpear a una mujer.<br />

Había pensado mucho en ello la noche anterior. Él mismo había repasado los<br />

<strong>de</strong>talles, punto por punto. Y recordaba la cara <strong>de</strong> ella, fría y húmeda, pálida, con los<br />

ojos muy abiertos, vidriosos y hundidos.<br />

Una mujer no mostraba semejante terror por presenciar una discusión entre<br />

extraños.<br />

—Creo que vio exactamente lo que dijo. Lo que me contó en el camino y lo que<br />

te contó tres veces en sus <strong>de</strong>claraciones. No cambió los <strong>de</strong>talles ni una sola vez.<br />

Rick soltó un bufido.<br />

—En eso tienes razón. ¿Estáis liados?<br />

—¿En qué?<br />

Rick soltó una carcajada.<br />

—Me tienes que caer bien por fuerza, Brody. Eres un cabrón. ¿Estáis<br />

personalmente liados el uno con el otro?<br />

—¿Eso qué tiene que ver?<br />

—La información siempre tiene que ver en una investigación.<br />

—Entonces, ¿por qué no me preguntas si me acuesto con ella y ya está?<br />

—Bueno, he intentado mostrarme sensible y sutil —dijo Rick con una ligera<br />

sonrisa—. Pero <strong>de</strong> acuerdo. ¿Te acuestas con ella?<br />

—No.<br />

—Está bien —repitió.<br />

—¿Y si hubiese dicho que sí?<br />

—Entonces tendría en cuenta esa información, como un buen funcionario <strong>de</strong><br />

policía. Tus asuntos son tuyos, Brody. Aunque, por supuesto, ese tipo <strong>de</strong> asuntos<br />

corre por el pueblo como un reguero <strong>de</strong> pólvora. No hay nada tan interesante como<br />

el sexo, tanto si es uno mismo el que lo practica como si hablas <strong>de</strong> otros que lo<br />

practican.<br />

—Yo prefiero practicarlo que hablar <strong>de</strong> él.<br />

—Tú eres así —dijo Rick volviendo a sonreír brevemente—. Y, la verdad, yo<br />

también.<br />

Circularon un rato en silencio hasta que Rick abandonó la carretera.<br />

—Este es el mejor sitio para acortar camino y llegar al lugar junto al río que me<br />

mostraste en el mapa.<br />

Brody se colgó una pequeña mochila <strong>de</strong>l hombro. Incluso para una excursión<br />

tan corta, no era pru<strong>de</strong>nte salir sin los utensilios esenciales. Atravesaron campos <strong>de</strong><br />

salvia y bosque, don<strong>de</strong> el barro blando conservaba unas huellas que Brody reconoció.<br />

Eran <strong>de</strong> ciervo, <strong>de</strong> oso y, supuso, <strong>de</strong> las botas <strong>de</strong> Rick <strong>de</strong>l día anterior.<br />

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