12.05.2013 Views

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

NORA ROBERTS ÁNGELES CAÍDOS<br />

—Fuiste muy lista.<br />

—Cuando me libré <strong>de</strong> ese lastre <strong>de</strong>cidí que si iba a trabajar como una esclava lo<br />

haría por mi hijo y por mí misma. Por nadie más. Así que aterricé aquí. Conseguí un<br />

empleo <strong>de</strong> cocinera en lo que entonces era The Chuckwagon.<br />

—¿Tu local? ¿Joanie's era The Chuckwagon?<br />

—Hamburguesas grasientas y filetes <strong>de</strong>masiado fritos. Pero en cuatro meses era<br />

mío. El propietario era un idiota y había perdido hasta la camisa. Sabía que estaba<br />

acabado y me vendió el local por cuatro cuartos. Y cuando acabé <strong>de</strong> engatusarle, me<br />

pidió cuatro cuartos contados —dijo con la satisfacción pintada en el rostro—.<br />

Durante el primer año William y yo vivimos don<strong>de</strong> tú vives ahora.<br />

Reece trató <strong>de</strong> imaginarse a una mujer y a un niño compartiendo aquel espacio.<br />

—Qué difícil —murmuró, mirando a Joanie—. Debió <strong>de</strong> ser muy difícil para ti<br />

montar un negocio, criar a un hijo y tener que ganarte la vida tú sola.<br />

—Lo difícil <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> serlo cuando cuentas con unas buenas espaldas y una meta,<br />

y yo tenía ambas cosas. Compré esta finca y construí una casita. Dos dormitorios, un<br />

solo cuarto <strong>de</strong> baño y una cocina que medía más o menos la mitad <strong>de</strong> lo que mi<strong>de</strong><br />

esta ahora. Después <strong>de</strong> vivir con un niño <strong>de</strong> ocho años en aquel apartamento, era<br />

como un palacio. Conseguí lo que quería porque puedo ser muy cabezota cuando<br />

hace falta. Casi siempre, me parece. Pero recuerdo muy bien cómo fue coger mis<br />

cosas y marcharme, <strong>de</strong>jar lo que conocía, por malo que fuese, y tratar <strong>de</strong> encontrar mi<br />

sitio.<br />

Joanie volvió a encogerse <strong>de</strong> hombros mientras tomaba otro sorbo <strong>de</strong> café.<br />

—Y esos recuerdos vuelven cuando te miro.<br />

«Tal vez sí», pensó Reece. Tal vez viese algo <strong>de</strong> lo que hacía que una mujer se<br />

<strong>de</strong>spertase a las tres <strong>de</strong> la mañana, preocupada, haciendo mil suposiciones. Rezando.<br />

—¿Cómo supiste que era tu sitio?<br />

—No lo sabía —respondió Joanie mientras apagaba la colilla y se terminaba el<br />

café—. Solo era un lugar distinto y mejor que <strong>de</strong> don<strong>de</strong> venía. Luego, una mañana<br />

me <strong>de</strong>sperté y era mío. Entonces <strong>de</strong>jé <strong>de</strong> mirar hacia atrás.<br />

Reece apoyó su taza.<br />

—Te preguntas por qué alguien con mi formación está en tu restaurante. Te<br />

preguntas por qué me marché y aterricé aquí.<br />

—La verdad, se me ha pasado por la cabeza.<br />

«Esta es la mujer que me ha dado un empleo —pensó Reece—. Que me ha<br />

proporcionado un lugar don<strong>de</strong> vivir. Que me está ofreciendo a su modo, sin<br />

tonterías, un terreno <strong>de</strong> pruebas. »<br />

—No pretendo hacer un misterio <strong>de</strong> ello; simplemente no puedo hablar <strong>de</strong> los<br />

<strong>de</strong>talles, porque continúan siendo penosos. Pero no fue una persona, un marido, lo<br />

que me obligó a marcharme. Fue... un acontecimiento. Viví una experiencia que me<br />

perjudicó física y emocionalmente. Pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse que me traumatizó <strong>de</strong>s<strong>de</strong> todos los<br />

puntos <strong>de</strong> vista. —Miró a Joanie a los ojos. Ojos fuertes, duros. No estaban llenos <strong>de</strong><br />

compasión. Era imposible explicar, incluso a sí misma, cuánto le facilitaban<br />

continuar—. Y cuando me di cuenta <strong>de</strong> que si me quedaba don<strong>de</strong> estaba, no me<br />

— 51 —

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!