Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel
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NORA ROBERTS ÁNGELES CAÍDOS<br />
—“Fácil” es la palabra clave, pero creo que me gustaría.<br />
—Muy bien. Por cierto, he leído tu lista.<br />
—¡Oh! —exclamó Reece. Fue como si una nube tapase el sol. De todos modos,<br />
había que comentarlo, pensó, explorarlo. Abrió la bolsa <strong>de</strong> los bocadillos—. ¿Qué te<br />
ha parecido?<br />
—Bastante minuciosa. He añadido algunas frases. Curioseando un poco con<br />
discreción, podríamos po<strong>de</strong>r eliminar a algunos. He averiguado que Reuben, Joe,<br />
Lynt y Dean jugaron al póquer en el reservado <strong>de</strong> Clancy's. Reuben y Joe, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las<br />
siete hasta <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> las diez, hora a la que se marcharon para ir a Joanie's. Dean,<br />
Lynt, Stan Urick, que no aparece en tu lista porque tiene setenta años y está muy<br />
flaco, y Harley, que tampoco aparece por esos cuatro pelos a los que llama «barba»,<br />
estuvieron allí hasta <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la una <strong>de</strong> la mañana. Nadie se ausentó durante más<br />
tiempo que el necesario para hacer pipí. Dean perdió ochenta dólares.<br />
—Bueno, tres menos.<br />
—A mi agente le ha gustado tu propuesta para el libro <strong>de</strong> cocina.<br />
—¿Qué has dicho?<br />
Brody mordió el bocadillo.<br />
—¡Qué bueno está! —dijo con la boca llena—. De todos modos, necesita hablar<br />
directamente contigo.<br />
—Pero... todavía no está a punto.<br />
—Entonces, ¿por qué me lo has dado?<br />
—Pues... pensé que, si te apetecía y tenías tiempo, podías echarle un vistazo.<br />
Eso es todo. Que me darías tu opinión o... yo qué sé. Consejos.<br />
—Me ha gustado, así que le he pedido su opinión a mi agente. Como es una<br />
persona inteligente, está <strong>de</strong> acuerdo conmigo.<br />
—¿Porque eres su cliente o porque el libro es bueno?<br />
—En primer lugar, tiene clientes más importantes que yo, mucho más<br />
importantes. Soy un pez pequeño en su estanque. Pero pregúntaselo tú misma. En<br />
cualquier caso, le ha gustado la estructura que le has dado, pero hay que hacer una<br />
propuesta formal. Ha calificado la introducción <strong>de</strong> «divertida y alegre». Ha dicho<br />
que esta noche iba a probar con una <strong>de</strong> las recetas para ver qué sale; sabe cocinar; y le<br />
pasará una <strong>de</strong> las más sencillas a su secretaria, que no sabe.<br />
—Como una audición.<br />
—Es una mujer ocupada, no aceptará un cliente si cree que no tiene salida.<br />
Podrías hablar con ella mañana, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la audición.<br />
—Estoy nerviosa.<br />
—Es normal, pero Lydia no te va a comer —contestó él, sacando el vaso <strong>de</strong><br />
Coca-Cola para llevar que Reece había empaquetado con los bocadillos—. Ha<br />
captado quién eres.<br />
—¿Qué quieres <strong>de</strong>cir?<br />
—Es lista, avispada, y se mantiene al día <strong>de</strong> las noticias. —Brody <strong>de</strong>sechó la<br />
pajita, quitó la tapa <strong>de</strong> plástico y bebió—. Tiene la memoria <strong>de</strong> una manada <strong>de</strong><br />
elefantes. Me ha preguntado si eras la Reece Gilmore <strong>de</strong> Boston que sobrevivió a la<br />
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