12.05.2013 Views

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

NORA ROBERTS ÁNGELES CAÍDOS<br />

—Sí, lo capto.<br />

—Dos cervezas Bud y dos whiskies <strong>de</strong> la casa.<br />

Reece esperó el momento oportuno mientras la camarera reunía el pedido y lo<br />

llevaba hasta la mesa más cercana al escenario. Cuando volvió con otra ban<strong>de</strong>ja <strong>de</strong><br />

vasos vacíos, Reece sonrió.<br />

—Entonces no podía ir tan en serio.<br />

—¿Eh?<br />

—Lo <strong>de</strong> Deena y ese tipo, el tal Trucha. Supongo que no era nada importante.<br />

—Tenía que serlo, la verdad, al menos por parte <strong>de</strong> ella.<br />

—¿Ah, sí? —Reece se encogió <strong>de</strong> hombros y dio un traguito <strong>de</strong> cerveza—. Eso<br />

no es típico <strong>de</strong> Deena. Le gustaba pescarlos, pero lo <strong>de</strong> ponerles nombre no le iba.<br />

Con una sonrisa, la camarera se inclinó sobre la barra y sacó <strong>de</strong> <strong>de</strong>trás un<br />

paquete <strong>de</strong> tabaco.<br />

—Muy bueno. Coon, me tomo un <strong>de</strong>scanso.<br />

—Soy Reece —dijo, sonriendo <strong>de</strong> nuevo—. Pue<strong>de</strong> que Deena me mencionase<br />

alguna vez.<br />

—No que yo recuer<strong>de</strong>. Ni siquiera sabía que tenía una hermana. Yo soy Ja<strong>de</strong>.<br />

—Me alegro <strong>de</strong> conocerte. Así que Deena estaba colgada <strong>de</strong> algún tío, ¿eh?<br />

—Bueno, <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> llevarse pardillos a casa —contestó la camarera; sacó una caja<br />

<strong>de</strong> cerillas <strong>de</strong>l bolsillo <strong>de</strong> sus diminutos shorts y encendió una—. Lo siento porque es<br />

tu hermana, pero eso es lo que hacía.<br />

—No es nada nuevo. Creo que por eso me sorprendió que hablase <strong>de</strong> forma<br />

diferente sobre ese tipo.<br />

—Decía que tenía clase. —Ja<strong>de</strong> inclinó la cabeza hacia atrás y expulsó el<br />

humo—. No sé en qué, porque lo conoció aquí.<br />

—¡Vaya! —exclamó Reece, haciendo un esfuerzo por no <strong>de</strong>latar su emoción—.<br />

Entonces lo viste.<br />

—Podría ser. No lo sé. No era un cliente habitual; si hubiese vuelto, ella me<br />

habría dicho quién era. Le compraba cosas. Me enseñó un collar que él le había<br />

regalado. Dijo que era <strong>de</strong> oro <strong>de</strong> dieciocho quilates. Debía <strong>de</strong> ser mentira, pero era<br />

bonito. Tenía una luna. Como una chapita blanca, me parece. Dijo que era como<br />

nácar, y que las piedras <strong>de</strong> la ca<strong>de</strong>na eran diamantes <strong>de</strong> verdad.<br />

—¿Diamantes? ¡Jo<strong>de</strong>r!<br />

—Supongo que eran falsos, pero ella afirmaba que eran auténticos. Le dio por<br />

llevarlo continuamente, incluso durante su actuación. Decía que aún podía sacar<br />

más. Por lo visto <strong>de</strong>cía <strong>de</strong> ella que era su cara oculta <strong>de</strong> la luna. Signifique lo que<br />

signifique.<br />

—Pue<strong>de</strong> que ese Trucha sepa dón<strong>de</strong> está.<br />

Reece miró a Brody como en busca <strong>de</strong> conformidad.<br />

El <strong>de</strong>cidió seguir tomándose su cerveza y actuar como un hombre al que todo<br />

aquello le daba igual.<br />

—¿Crees que alguien más que trabaje aquí pudo conocerlo? ¿Quizá alguna <strong>de</strong><br />

las bailarinas?<br />

— 318 —

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!