12.05.2013 Views

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

NORA ROBERTS ÁNGELES CAÍDOS<br />

Capítulo 8<br />

Reece puso a hervir la sopa y, con un humor <strong>de</strong> perros, empezó a elaborar<br />

mentalmente una lista <strong>de</strong> lo que consi<strong>de</strong>raba productos esenciales para cualquier<br />

cocina.<br />

Restaurante <strong>de</strong> cinco tenedores, local mo<strong>de</strong>sto <strong>de</strong> pueblo, cocina doméstica...<br />

¿Qué más daba? La comida era comida y ¿Por qué <strong>de</strong>monios no <strong>de</strong>bía estar<br />

perfectamente preparada?<br />

Aprontó varios pedidos para clientes que, por razones que se le escapaban,<br />

querían comer una hamburguesa <strong>de</strong> búfalo antes <strong>de</strong>l mediodía. Entre un pedido y<br />

otro se <strong>de</strong>dicó a limpiar la cocina, empezando por el interior <strong>de</strong> los armarios.<br />

Estaba <strong>de</strong> rodillas repasando la zona <strong>de</strong> <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l frega<strong>de</strong>ro cuando Linda-Gail<br />

se agachó junto a ella.<br />

—¿Intentas que los <strong>de</strong>más que<strong>de</strong>mos mal?<br />

—No. Me mantengo ocupada.<br />

—Cuando hayas terminado aquí, pue<strong>de</strong>s ir a mi casa y mantenerte ocupada allí.<br />

¿Estás cabreada con Joanie?<br />

—No, estoy cabreada con el mundo. Con todo el puto y asqueroso mundo.<br />

Linda-Gail echó un vistazo por encima <strong>de</strong>l hombro y bajó la voz.<br />

—¿Tienes la regla?<br />

—No.<br />

—Es que durante uno o dos días al mes suelo cabrearme con todo el puto y<br />

asqueroso mundo. ¿Puedo hacer algo?<br />

—¿Pue<strong>de</strong>s eliminar las últimas veinticuatro horas con el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> tu mente?<br />

—No creo —dijo al tiempo que apoyaba una mano en la espalda <strong>de</strong> Reece en un<br />

gesto cariñoso—, pero llevo chocolate en el bolso.<br />

Reece soltó un suspiro y <strong>de</strong>jó caer el trapo en el cubo <strong>de</strong> agua jabonosa.<br />

—¿Qué clase <strong>de</strong> chocolate?<br />

—Los cuadraditos envueltos en papel dorado que el hotel pone sobre las<br />

almohadas por la noche. María, la encargada <strong>de</strong> la limpieza, es mi camello.<br />

La sonrisa parecía tan ajena en el rostro <strong>de</strong> Reece que casi dolía.<br />

—No son malos. Gracias, quizá...<br />

—Reece, ven un momento a mi <strong>de</strong>spacho.<br />

La voz <strong>de</strong> Joanie's, cortante y fría, la obligó a sacar la cabeza <strong>de</strong> <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l<br />

frega<strong>de</strong>ro.<br />

Reece y Linda-Gail intercambiaron una mirada —y la <strong>de</strong> Linda-Gail estaba llena<br />

<strong>de</strong> compasión— antes <strong>de</strong> que Reece se levantase y siguiese a Joanie al pequeño<br />

<strong>de</strong>spacho.<br />

— 90 —

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!