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Conferencias Magistrales
En otro lugar está la voz de los habitus, de las experiencias, en los que se ha formado el
propio maestro. Sus experiencias como aprendiz… lejanas o cercanas. De permanencia o de
cambio, de continuidad o de ruptura, pero reclamando su lugar como esencia misma de la
formación docente.
También está la voz de la sociedad representada, la voz de la sociedad ideal, el porvenir
que reclama ser tomado en cuenta en cada paso que se da, para garantizar que se construye
racionalmente el futuro.
Por otra parte, un tanto encubiertas, están presentes las voces de la tradición, de las
creencias populares que en lo más íntimo de la conciencia magisterial se manifiestan bajo la
denominación del “sentido común”. Éste parece no impregnarse de los conocimientos
científicos a los que tanto acude el profesor y que son su objeto de estudio. Y valga aquí la
nota especial respecto a la naturaleza científica del trabajo docente,... y esa gran dosis de
cotidianeidad que hace que en un solo espacio- momento confluyan dos tipos de saberes: el
común y el científico. Esta dualidad aqueja al maestro y llega a formar verdaderas barreras
que requieren ser analizadas, y que en propuestas como esta, emergen “naturalmente”
durante los procesos de actualización de los mentores.
La voz de la comunidad se manifiesta en la práctica magisterial determinado las más
triviales acciones, y los cotidianos protocolos que hacen la vida diaria, en especial al interior
del salón de clases. “ El medio es el mensaje”, postula Postman, la forma nutre el contenido, y
los rituales de la escuela son en parte marco y en parte la imagen misma de la realidad. En la
escuela se aprenden también los sentidos del aprendizaje, sus usos, su valor.
Al analizar las producciones escritas y verbales de los maestros suelen emerger estas
voces que dan cuenta de la dinámica compleja y continuamente modificada en que se
desarrolla el pensamiento magisterial. En el paradigma tradicional el aprendizaje es
acumulativo, cada nuevo aprendizaje aumenta el capital cultural, la bonanza académica y con
ello la seguridad en el ejercicio docente. En las nuevas propuestas hay novedad, pero también
hay incertidumbre por su propia naturaleza innovadora (pues los saberes no se conciben en
un modelo lineal), y porque no corresponden al paradigma educativo en el que se formaron
los profesores.
Sobre el concepto de privilegiación
En el paradigma educativo actual, cada etapa de formación modifica el acervo y su propia
estructura, pero hace surgir nuevas demandas de conocimiento. Idealmente se espera que
cada nuevo aprendizaje recomponga el paquete cultural y alimente la sensibilidad para
detectar nuevas necesidades, problematiza, y por ello el proceso no tiene fin, y es preciso
reconocer que una vez iniciado, no llega a buen puerto necesariamente, puede llevar a la
angustia en tanto las actividades que se emprendan parezcan inabordables desde la modesta
posición del maestro de grupo en una escuela elemental.
Se hace necesario que las rupturas que deban superarse puedan ser organizadas en
programas de actualización que lleven a rutas de acción bien definidas bajo criterios de
viabilidad y pertinencia, con los que se pueda aumentar la posibilidad de logro.
En la tradición magisterial se ha privilegiado el discurso retórico, por encima del cambio
procedimental. Hoy día prevalece un saber estático que no impacta el trabajo en aula, se hace
necesario modificar las formas de interlocución para impulsar el desplazamiento hacia los
saberes dinámicos (Blanco; 1998), que vinculen las teorías con las formas efectivas de
ponerlas en práctica, muy especialmente en lo que toca a la enseñanza. En un primer plano
queda el maestro como aprendiz de ambos tipos de saberes, y en un plano más profundo e
importante, como organizador de actividades estudiantiles que promuevan saberes
aprovechables y movilizadores de la actividad de sus estudiantes. Es aquí donde los saberes
han de ser transformados en acciones, pues la esencia misma de la docencia está en la
puesta en práctica a partir de una teoría iluminadora.
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