Grimberg, Carl - El alba de la civilizacion - bibliotecas morelos
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papiros contando el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s audiencias originales, que estaban <strong>de</strong>stinados<br />
probablemente a los archivos reales. Allí se cuenta que una <strong>de</strong> <strong>la</strong>s esposas reales<br />
conspiró con otras mujeres <strong>de</strong>l harén para <strong>de</strong>rrocar al faraón, ya viejo y enfermo, con el<br />
fin, sin duda, <strong>de</strong> colocar a su hijo en el trono. Las conjuradas habían atraído a su causa a<br />
<strong>la</strong> mayor parte <strong>de</strong> los cortesanos, incluso al primer camarero y al primer copero <strong>de</strong>l<br />
faraón. Y lo más grave era que el jefe <strong>de</strong> <strong>la</strong>s tropas egipcias <strong>de</strong> Nubia estaba también<br />
comprometido en <strong>la</strong> conspiración, ya que su hermana, que pertenecía al harén <strong>de</strong><br />
Ramsés, lo había persuadido para que participara en <strong>la</strong> trama. A pesar <strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s<br />
precauciones, el complot llegó a oídos <strong>de</strong>l rey, que pronto tuvo en sus manos una <strong>la</strong>rga<br />
lista <strong>de</strong> traidores, hombres y mujeres, que hizo encarce<strong>la</strong>r. Como hemos dicho, el faraón<br />
nombró un tribunal especial para juzgar "<strong>la</strong> vergüenza <strong>de</strong>l país" (así son <strong>de</strong>nominados<br />
los acusados en uno <strong>de</strong> los re<strong>la</strong>tos), y entre <strong>la</strong>s instrucciones que da a los jueces para<br />
evitar toda publicidad, figura ésta: "¡Ignoro lo que han dicho los acusados! ¡Realizad <strong>la</strong><br />
encuesta! ¡Que los que tengan el privilegio <strong>de</strong> morir por sus propias manos, mueran sin<br />
que yo me entere! ¡Y sufran su castigo los <strong>de</strong>más culpables, sin que llegue nada a mis<br />
oídos!" Quería, pues, evitar cualquier sensacionalismo. Veredictos pronunciados a<br />
puerta cerrada, unos suicidios, algunas ejecuciones discretas, y que no se hab<strong>la</strong>ra más<br />
<strong>de</strong>l asunto.<br />
Los procesos verbales en los tribunales son cortos y concisos. Refiriéndose a un<br />
grupo <strong>de</strong> acusados <strong>de</strong> poca importancia, se dice: "Las esposas <strong>de</strong> algunos guardias <strong>de</strong>l<br />
harén, que habían sido cómplices con sus maridos durante <strong>la</strong> conspiración, han<br />
comparecido ante el tribunal. Fue probada su complicidad y aplicado el castigo: seis<br />
mujeres".<br />
Más a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte, el protocolo cita al príncipe que <strong>de</strong>bía sustituir al viejo faraón: "Fue<br />
conducido ante el tribunal por apoyar a su madre, cuando ésta conspiró con otras<br />
mujeres <strong>de</strong>l harén. Fue escuchado, <strong>de</strong>c<strong>la</strong>rado culpable y se le otorgó el privilegio <strong>de</strong><br />
poner fin a su vida".<br />
En el re<strong>la</strong>to se alu<strong>de</strong> a algo que muestra con elocuencia el estado <strong>de</strong> <strong>de</strong>gradación<br />
que ya alcanzaba <strong>la</strong> sociedad egipcia <strong>de</strong> <strong>la</strong> época. Dos <strong>de</strong> los jueces, hombres <strong>de</strong><br />
confianza <strong>de</strong>l rey, tuvieron que ser encarce<strong>la</strong>dos por haber hecho amistad con los<br />
acusados y con algún otro miembro importante <strong>de</strong> <strong>la</strong> conspiración y por organizar una<br />
orgía con aquel<strong>la</strong>s damas. Se les cortó <strong>la</strong> nariz y <strong>la</strong>s orejas como castigo.<br />
<strong>El</strong> Derecho en el antiguo Egipto<br />
So<strong>la</strong>mente una colección <strong>de</strong> leyes <strong>de</strong>l antiguo Egipto ha llegado hasta nosotros y<br />
aún incompleta. Se trata <strong>de</strong> una inscripción sobre una enorme piedra conmemorativa<br />
que mandó erigir en Karnak el primer rey <strong>de</strong> <strong>la</strong> XIX dinastía, Horemheb. Pero al igual<br />
que en otros muchos casos, el texto está tan <strong>de</strong>teriorado que ningún párrafo es legible en<br />
su totalidad.<br />
Horemheb pretendía, sobre todo, poner fin a los abusos <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> los<br />
funcionarios y a <strong>la</strong> percepción <strong>de</strong> impuestos por los soldados. Amenazó con penas<br />
severas: <strong>de</strong>s<strong>de</strong> "cien palos, a no ser que se abrieran cinco heridas, hasta <strong>la</strong> ab<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
nariz y el <strong>de</strong>stierro en <strong>la</strong> ciudad <strong>de</strong> los <strong>de</strong>snarigados".<br />
http://www.scribd.com/Insurgencia<br />
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