04.12.2012 Views

Grimberg, Carl - El alba de la civilizacion - bibliotecas morelos

Grimberg, Carl - El alba de la civilizacion - bibliotecas morelos

Grimberg, Carl - El alba de la civilizacion - bibliotecas morelos

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Tribunal <strong>de</strong> Osiris. Anubis, el dios con cabeza <strong>de</strong> chacal, proce<strong>de</strong> a pesar el corazón <strong>de</strong>l muerto, mientras<br />

Tot, el escriba <strong>de</strong> los dioses, anota los resultados; Horus, que tiene cabeza <strong>de</strong> halcón, los comunica a<br />

Osiris.<br />

Los egipcios se imaginaban <strong>de</strong> diferentes maneras el <strong>de</strong>stino <strong>de</strong> los<br />

bienaventurados. Según <strong>la</strong> creencia más vulgar, sus difuntos eran llevados a una tierra<br />

<strong>de</strong> promisión situada al occi<strong>de</strong>nte. Allí, el trigo crecía con espigas tan altas que se<br />

elevaban varios metros <strong>de</strong>l suelo y <strong>la</strong> vida sólo era felicidad y alegría. Es evi<strong>de</strong>nte que<br />

esta creencia ejercía una influencia benéfica sobre <strong>la</strong> conducta <strong>de</strong> los hombres. Cada<br />

uno quería, por encima <strong>de</strong> todo, ser consi<strong>de</strong>rado como hombre <strong>de</strong> bien. <strong>El</strong>lo se<br />

evi<strong>de</strong>ncia en <strong>la</strong>s inscripciones funerarias: "He dado pan a los hambrientos; he dado <strong>de</strong><br />

beber a los que tenían sed; he vestido a los que estaban <strong>de</strong>snudos; he hecho pasar el río<br />

a muchos viajeros...". Un po<strong>de</strong>roso jefe <strong>de</strong> provincia mandó grabar este epitafio sobre su<br />

tumba, que tiene casi cuatro mil años <strong>de</strong> antigüedad: "No he vio<strong>la</strong>do a ninguna<br />

muchacha infeliz; no he <strong>de</strong>jado a ninguna viuda en <strong>la</strong> necesidad; no he hecho <strong>la</strong> vida<br />

imposible a ningún campesino; no he perseguido a ningún pastor; no le he arrebatado<br />

los servidores a nadie para hacerlos trabajar sin sa<strong>la</strong>rio. Nadie ha conocido <strong>la</strong> miseria ni<br />

el hambre bajo mi gobierno. En años difíciles hice <strong>la</strong>brar y sembrar los campos <strong>de</strong> norte<br />

a sur <strong>de</strong> mi provincia y ofrecí víveres a los habitantes. Di tanto a <strong>la</strong> viuda como a <strong>la</strong> que<br />

tenía marido; cuando distribuía regalos, no favorecía al influyente en <strong>de</strong>trimento <strong>de</strong>l<br />

pobre. Después, el Nilo envió gran<strong>de</strong>s inundaciones que proporcionaron trigo y toda<br />

c<strong>la</strong>se <strong>de</strong> víveres: ni aun entonces exigí <strong>la</strong> prestación personal. Por eso fui amado <strong>de</strong>l<br />

pueblo".<br />

<strong>El</strong> "Libro <strong>de</strong> los muertos"<br />

Los difuntos que pasaban con éxito <strong>la</strong> prueba <strong>de</strong>l tribunal <strong>de</strong> Osiris tenían <strong>de</strong>recho<br />

a <strong>la</strong> vida eterna. Estaban, sin embargo, amenazados por ciertos peligros, <strong>de</strong> los que<br />

tenían que <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rse con fórmu<strong>la</strong>s mágicas. Para ayudar a los muertos se escribían<br />

ciertas fórmu<strong>la</strong>s sobre el sarcófago y en <strong>la</strong>s pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong>s tumbas. Con el tiempo, ésta:<br />

fueron recopi<strong>la</strong>das en el célebre Libro <strong>de</strong> los muertos, escrito en un rollo <strong>de</strong> papiros que<br />

se colocaba en <strong>la</strong> tumba, al <strong>la</strong>do <strong>de</strong>l difunto. Así, cuando éste se encontraba con los<br />

<strong>de</strong>monios en forma <strong>de</strong> serpientes, cocodrilos gigantes o <strong>de</strong> dragones que arrojaban<br />

fuego, sabía qué recitar para ahuyentarlos, y cuando llegaba ante una puerta que tenia<br />

que abrir o un río que <strong>de</strong>bía atravesar, a su alcance estaba <strong>la</strong> fórmu<strong>la</strong> mágica para<br />

lograrlo.<br />

http://www.scribd.com/Insurgencia<br />

95

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!