Imperialismo Cultural en América Latina Historiografía y Praxis
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Luis Vitale y Claudia Videla 231<br />
Este planteami<strong>en</strong>to de colectivización de la tierra era<br />
inédito <strong>en</strong> los programas de los partidos marxistas. Ni siquiera<br />
L<strong>en</strong>in lo formuló <strong>en</strong> el programa del Partido Obrero Socialdemócrata<br />
Ruso, aunque lo llevó a la práctica después del triunfo<br />
de la Revolución de 1917. De la experi<strong>en</strong>cia de las granjas<br />
colectivas soviéticas y, sobre todo de las tierras ejidales r<strong>en</strong>ovadas<br />
por la Revolución Mexicana, es de donde muy probablem<strong>en</strong>te<br />
Salvador de la Plaza dedujo la necesidad de la colectivización de<br />
la tierra, que es una tarea socialista que se combina con la tarea<br />
democrático-burguesa de reparto de la tierra. No conocemos otros<br />
autores que hayan captado tan rápidam<strong>en</strong>te la experi<strong>en</strong>cia de la<br />
revolución rusa y mexicana <strong>en</strong> relación a la colectivización de la<br />
tierra. Esta consigna será recién replanteada por la revolución<br />
cubana y por el propio Salvador de la Plaza <strong>en</strong> 1944 y 1960, a raíz<br />
de los proyectos de reforma agraria de Medina Angarita y Acción<br />
Democrática.<br />
Conv<strong>en</strong>cido de que la real solución a nuestros problemas<br />
era la lucha conjunta de los pueblos del contin<strong>en</strong>te, Salvador de la<br />
Plaza hizo una verdadera praxis del ideario bolivariano de unidad<br />
latinoamericana. Pert<strong>en</strong>eció a la primera g<strong>en</strong>eración marxista de<br />
internacionalistas revolucionarios v<strong>en</strong>ezolanos, junto Pío Tamayo<br />
y Carlos Aponte, luchando tanto por la “patria chica” como por la<br />
“patria grande”.<br />
Consecu<strong>en</strong>te con el ideal bolivariano, estuvo junto a<br />
Farabundo Martí <strong>en</strong> la revolución salvadoreña, apoyó la<br />
revolución mexicana, se convirtió <strong>en</strong> un fervoroso partidario del<br />
movimi<strong>en</strong>to liderado por Sandino, “el g<strong>en</strong>eral de los hombres<br />
libres”, organizando campañas de solidaridad con la revolución<br />
nicaragü<strong>en</strong>se a través del periódico El Libertador, órgano de la<br />
Liga Antiimperialista de las <strong>América</strong>s, que dirigió <strong>en</strong> México con<br />
el gran muralista Diego Rivera, de 1926 a 1929. Asimismo,<br />
respaldó <strong>en</strong> 1925 la convocatoria de Mella para formar una<br />
Cesarismo Democrático y Críticas de Sinceridad y Exactitud, publicados <strong>en</strong><br />
1919 y 1921 respectivam<strong>en</strong>te.