Hacia una Teologia del Antiguo Testament - Walter C. Kaiser Jr_
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http://es.scribd.com/doc/97117904/<strong>Hacia</strong>-Una-<strong>Teologia</strong>-Del-<strong>Antiguo</strong>-<strong>Testament</strong>o-<strong>Walter</strong>-c-<strong>Kaiser</strong>-Hijo<br />
sangre y fuego (Éx 7:17; 9:24) y cuando él apareció en Sinaí en columnas de humo (19:18). Así el<br />
mundo natural podría llevarse a <strong>una</strong> íntima relación con el juicio y la salvación de Dios <strong>del</strong> mismo<br />
modo que él intervino en la historia humana. El día original de juicio de Joel 2:1ss., suspendido por<br />
un tiempo debido al arrepentimiento de Judá, debe otra vez aparecer en el futuro. Aun así, cualquiera<br />
que «invocara el nombre <strong>del</strong> Señor» durante esos días «sería librado» (yimālēt, «ser deslizado<br />
afuera»). En el monte Sión, cabecera <strong>del</strong> reino de Dios, estarían «aquellos que escaparon» (p e lêtâh),<br />
los sobrevivientes (ś e r d m, 2:32 [3:5]. Sin embargo, aunque escaparon las naciones, Yahvé las<br />
juzgaría y destruiría en el valle de Josafat (3:2 [4:2]).<br />
También hubo <strong>una</strong> teología previa que informó sobre esta doctrina <strong>del</strong> día <strong>del</strong> Señor (Éx 32:34;<br />
Dt 31:17–18, 29; cf. Gn 49:1; Nm 24:14; Dt 4:30). Lo que empezó en Éxodo 32:34 como un «día de<br />
mi visitación», cuando «mi ángel» «visitará sus pecados», ahora se proyectaba de aquel día y de la<br />
nación de Israel a la última era y a todas las naciones. Creció el decretado «día de la visitación de<br />
Yahvé» sobre los pecados de su pueblo enjuicio. No era solo «un día de su visitación» que podría ser<br />
cualquier tiempo de castigo nacional, era «el día de su visitación» uno que sobresalía como supremo<br />
su visitación» que podría ser cualquier tiempo de castigo nacional, era «el día de su visitación» uno<br />
que sobresalía como supremo cuando se comparaba con otros días. En ese conflicto final en la tierra,<br />
el rey Yahvé derrotaría para siempre a las naciones que se juntaron y levantaron en contra de los<br />
ejércitos de Dios. De repente, empezarían la hoz <strong>del</strong> juicio y la cosecha y la trituración <strong>del</strong> lagar. El<br />
cielo y la tierra temblarían y las multitudes se enfrentarían en el campo de la batalla de la decisión.<br />
Joel 3:1–21 [4:1–21] vino a ser el pasaje clásico para el resto <strong>del</strong> AT acerca <strong>del</strong> juicio final de<br />
Dios sobre todas las naciones. También vino a ser la declaración clásica <strong>del</strong> bendecido resultado para<br />
el pueblo de Dios. Poseerían <strong>una</strong> tierra fértil en extremo, enriquecida con fuentes de aguas que corren<br />
y destilan leche y miel. Y como clímax de todo esto, Yahvé personalmente moraría en Sión.<br />
Este día <strong>del</strong> Señor se dijo sin cesar que estaba cerca (qār ḇ, Abd 15; Jl 1:15; 2:1; 3:14 y más<br />
tarde en Is 13:6; Sof 1:7, 14; Ez 30:3, passim). Beecher previene:<br />
Esta representación está hecha por profetas que vivieron generaciones aparte y por lo tanto por profetas que<br />
sabían que otros profetas lo habían hecho en generaciones anteriores. Quizás esto indique que los profetas<br />
pensaron <strong>del</strong> día de Yahvé como genérico, no <strong>una</strong> ocasión que ocurriría solo <strong>una</strong> vez, pero <strong>una</strong> que podría<br />
repetirse según las circunstancias lo demandaran. 14<br />
Y, desde luego, ese tiempo final sería la culminación y suma de todo lo demás. Aunque los<br />
hechos de sus tiempos se ajustaban al patrón <strong>del</strong> futuro juicio de Dios, ese día final era, sin embargo,<br />
inmensurablemente mayor y más permanente en sus efectos salvíficos y de juicio.<br />
Capítulo 12<br />
Siervo de la promesa: Siglo octavo<br />
En el siglo octavo a.C., se inauguró <strong>una</strong> ráfaga divina de actividad profética, sobre todo para alertar<br />
al reino <strong>del</strong> norte de <strong>una</strong> inminente destrucción si no se arrepentía y cambiaba su estilo de vida. Es<br />
triste, pero excepto a respuestas menores similares a las dadas a la predicación de Miqueas, de las<br />
que nos informa Jeremías 26:18–19 que tuvieron un efecto momentáneo en el reinado de Ezequías,<br />
las diez tribus <strong>del</strong> norte se precipitaron a la destrucción. Esto finalmente llegó en 722 a.C. cuando su<br />
capital Samaria, cayó poco después que la principal ciudad de Siria, Damasco, cayera en 732 a.C.<br />
14<br />
Beecher, Prophets, p. 311 ídem, «The Day of the Lord in Joel» [El día <strong>del</strong> Señor en Joel], Homiletical Review<br />
[Revista homilética], 18, 1889, pp. 355–58, ídem, «The Doctrine of the Day of the Lord Before Joel’s Time»<br />
[La doctrina <strong>del</strong> día <strong>del</strong> Señor antes <strong>del</strong> tiempo de Joel], Homiletical Review, 18, 1889, pp. 440–51, ídem,<br />
«The Doctrine of the Day of the Lord in Obadiah and Amós» [La doctrina <strong>del</strong> día <strong>del</strong> Señor en Abdías y Amós],<br />
Homiletical Review, 19, 1890, pp. 157–60.<br />
http://es.scribd.com/Benami_77