Hacia una Teologia del Antiguo Testament - Walter C. Kaiser Jr_
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http://es.scribd.com/doc/97117904/<strong>Hacia</strong>-Una-<strong>Teologia</strong>-Del-<strong>Antiguo</strong>-<strong>Testament</strong>o-<strong>Walter</strong>-c-<strong>Kaiser</strong>-Hijo<br />
Otro punto más: La teología <strong>del</strong> AT es <strong>una</strong> disciplina diferente a la <strong>del</strong> NT. Si bien es cierto que<br />
la teología <strong>del</strong> AT debe señalar los eslabones con la teología <strong>del</strong> NT al igual que esta debe trazar las<br />
raíces que la conectan al AT. Sin embargo, debido a la dificultad de manejar treinta y nueve libros<br />
que abarcan un período tan enorme, es mejor presentar la teología bíblica con las dos etiquetas de los<br />
dos testamentos. Además, si en primer lugar la teología bíblica es <strong>una</strong> herramienta exegética y no<br />
principalmente <strong>una</strong> ayuda para construir <strong>una</strong> teología sistemática como creemos poder argumentar,<br />
será más útil si la unidad de la teología bíblica se publicara en dos partes que correspondieran a los<br />
dos testamentos. Así que, sin alejarse de cualquiera de los dos testamentos, se puede argumentar que<br />
el impacto y la utilidad de la teología serían mayores si se presentaran por separado.<br />
La motivación para formular la teología <strong>del</strong> <strong>Antiguo</strong> <strong>Testament</strong>o<br />
El impulso primordial para construir cualquier teología bíblica ya no es <strong>una</strong> protesta contra la<br />
teología sistemática. No se puede negar que había cierto distanciamiento entre los representantes de<br />
las dos disciplinas, aunque era innecesario. Sin embargo, esto sucedió cuando la disciplina buscaba<br />
<strong>una</strong> serie de categorías diferentes a las de los sistemáticos y cuando las dos disciplinas estaban<br />
comprometidas a profesar un enfoque normativo de la teología. Ahora que los dilemas de los<br />
procedimientos <strong>del</strong> estudio de la historia de religión están en auge, la necesidad de distinguir entre<br />
las dos disciplinas es más urgente que durante el tiempo <strong>del</strong> pasado conflicto con la teología<br />
sistemática.<br />
Aunque dado al interés original de la teología bíblica en las raíces históricas de cómo se<br />
desarrolló el mensaje y en la evaluación que aspiraba identificar la colección de juicios normativos<br />
que hace el texto mismo, el propósito y papel de la nueva disciplina se debe expresar con términos<br />
distintos a los que se emplean ahora.<br />
En vez de encontrar esferas comunes con los métodos sistemáticos o históricos, creemos que la<br />
teología bíblica es <strong>una</strong> herramienta gemela de la exégesis. La aplicación más inmediata está en el<br />
campo de la hermenéutica. Aquí su aportación ni es competitiva ni simplemente tolerada como <strong>una</strong><br />
aproximación alternativa a un cuerpo similar de materiales.<br />
El papel de la teología bíblica es tan diferente que si nos faltara, la tarea de la exégesis se<br />
convertiría en un historicismo de <strong>una</strong> descripción a.C. o <strong>del</strong> primer siglo d.C. El mensaje se ata a los<br />
tiempos históricos, encerrado en el entonces <strong>del</strong> acontecimiento con muy poco para aportar al ahora<br />
de la proclamación o al caso para aplicar al lector u oyente.<br />
Hasta la exégesis pudiera evitar la trampa de historicismo con tales prácticas abominables como<br />
son moralizar, alegorizar, sicoanalizar, reinterpretar o espiritualizar el texto luego de haber cumplido<br />
con las obligaciones profesionales como es localizar el texto en la situación <strong>del</strong> espacio y tiempo <strong>del</strong><br />
escritor. Pero de todas formas pudiera caer en el enfoque muerto que sucede cuando el exégeta e<br />
intérprete termina su tarea teniendo verbos analizados, formas irregulares identificadas y enlaces con<br />
formas afines anotadas. Por importante que el ejercicio sea, no puede vencer el resultado puramente<br />
analítico.<br />
Entretanto, el texto ruega comprensión y que lo pongan en un medio de hechos y significados.<br />
Los estudios históricos pondrán al exégeta en contacto con el flujo de sucesos en el espacio y tiempo,<br />
y los análisis gramaticales y sintácticos que identificarán la colección de ideas en la sección o<br />
período bajo investigación. Pero, ¿qué disciplina pondrá al exégeta en contacto con lo que el escritor<br />
descubrió que tenía relevancia perdurable y especial a su día debido a las alusiones explícitas o<br />
implícitas de los grandes hechos o evaluaciones teológicas previas a la revelación? Es en este punto<br />
preciso donde la teología bíblica hace su aporte distintivo y sin rival.<br />
En cada exégesis exitosa debe haber algún medio para identificar el centro o núcleo <strong>del</strong> canon.<br />
Cuando este patrón distintivo y la semejanza familiar se localiza y recoge <strong>del</strong> fruto de un sinnúmero<br />
de empeños exegéticos que abarcan todo el canon <strong>del</strong> AT, el exégeta, intérprete, predicador, lector y<br />
oyente de los pasajes particulares <strong>del</strong> texto está entonces capacitado para oír la Palabra normativa de<br />
Dios.<br />
http://es.scribd.com/Benami_77