Hacia una Teologia del Antiguo Testament - Walter C. Kaiser Jr_
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http://es.scribd.com/doc/97117904/<strong>Hacia</strong>-Una-<strong>Teologia</strong>-Del-<strong>Antiguo</strong>-<strong>Testament</strong>o-<strong>Walter</strong>-c-<strong>Kaiser</strong>-Hijo<br />
promesas» (Heb 6:12) o Abraham «que tenía las promesas» (Heb 7:6; cf. 11:13, 17). Sin embargo, el<br />
uso <strong>del</strong> plural no debilita el concepto de <strong>una</strong> sola doctrina de promesa que lo abarca todo, incluso<br />
amenazas y bendición, Israel y las naciones y el Mesías y la comunidad de creyentes de todos los<br />
tiempos. El plural hace referencia a la naturaleza y envergadura multifacética de la promesa.<br />
Para los escritores <strong>del</strong> NT, esta sola promesa de Dios comprendía todo lo que Dios comenzó a<br />
hacer y a decir en el AT, además de lo que seguía haciendo durante su época. Entre los aspectos que<br />
abarcó esta sola promesa estaba la palabra de bendición <strong>del</strong> evangelio para los gentiles (Gá 3:8, 14,<br />
29; Ef 1:13; 2:12; 3:6–7); la doctrina de la resurrección de los muertos (Hch 26:6–8; 2Ti 1:1; Heb<br />
9:15; 10:36; 2P 3:4, 9; 1Jn 2:24–25); la promesa <strong>del</strong> Espíritu Santo con <strong>una</strong> nueva plenitud (Lc<br />
24:49; Hch 2:33–39; Gá 3:14); la doctrina de la redención <strong>del</strong> pecado y sus consecuencias (Ro 4:2–5,<br />
9–10: Stg 2:21–23); y la mayor de todas, la promesa de Jesús, el Mesías (Lc 1:69–70, 72–73; Hch<br />
2:38–39; 3:25–26; 7:2, 17–18; 13:23, 32–33; Gá 3:12).<br />
La promesa se cumplió sin cesar en el AT; pero estaba en espera de algunos hechos climáticos<br />
con relación a las dos venidas <strong>del</strong> Siervo-Mesías. Con todo, la promesa fue más allá de estas dos<br />
venidas y sigue siendo eternamente operativa e irrevocable (Gá 3:15–18; Heb 6:13, 17–18). Según<br />
Hebreos 6:18 (nótense los «nosotros» y los «nos»), la generación de creyentes <strong>del</strong> primer siglo (y por<br />
lo tanto las generaciones posteriores) recibió las mismas señales firmes e inmutables que los<br />
patriarcas: la palabra divina de promesa (Gn 12; 15) y el juramento divino (Gn 22). Estas señales<br />
firmes e inmutables mostraron que la promesa era tan irrevocable e inalterable para ellos como lo era<br />
para los patriarcas. Por lo tanto, Dios se obligó eternamente.<br />
La fraseología que los escritores <strong>del</strong> NT adoptaron demuestra <strong>una</strong> predilección fuerte por el<br />
empleo de términos técnicos y metáforas idénticas a las que se emplearon en el AT. Por ejemplo, hay<br />
numerosas referencias a mi Hijo, el Santo de Israel (RVR), Siervo, Escogido o elegido, Mesías,<br />
Reino, Vastago, Retoño, Lámpara de David, Simiente, Raíz de Isaí, Cuerno, León, Estrella, etc. 2<br />
Según su perspectiva, aportaban a <strong>una</strong> sola doctrina continua.<br />
La unidad <strong>del</strong> <strong>Antiguo</strong> <strong>Testament</strong>o y el Nuevo <strong>Testament</strong>o<br />
Los contrastes de mala calidad y fáciles entre los dos testamentos son tan abundantes como<br />
obstinados. 3 Sin duda, el famoso intento de Marción de eliminar el <strong>Antiguo</strong> <strong>Testament</strong>o <strong>del</strong> canon de<br />
la iglesia fracasó. El problema, como Marción bien reconoció, es que tal ejercicio requiere el<br />
corolario de <strong>una</strong> buena porción <strong>del</strong> texto <strong>del</strong> NT también se tiene que eliminar porque muy a menudo<br />
retrata a Dios de la misma manera que el AT y utiliza mucho de la doctrina y cultura judia. A mayor<br />
o menor grado, otros siguieron la pauta de Marción. Para Schleiermacher, Harnack, Kierkegaard y el<br />
más joven Delitzsch, el AT fue <strong>una</strong> pérdida o solo <strong>una</strong> religión pagana.<br />
La solución de Orígenes tampoco fue mejor. Su forma de huir <strong>del</strong> problema de la cantidad y de la<br />
clase de continuidad y discontinuidad entre los dos testamentos, fue cambiar por alegorías el<br />
significado obvio de muchos pasajes <strong>del</strong> <strong>Antiguo</strong> <strong>Testament</strong>o. En su De Principus, 4:9 propuso este<br />
remedio:<br />
Ahora, la razón de la falsa aprensión de todos estos puntos … no es más que esta: que las Sagradas Escrituras<br />
no se entienden de acuerdo a su significado espiritual, sino según su significado literal … Todas las<br />
2<br />
Para <strong>una</strong> lista detallada de las referencias davídicas en el Nuevo <strong>Testament</strong>o, véanse a Dennis Duling, «The<br />
Promises to David and Their Entrance into Chrístianity—Nailing down a Likely Hypothesis», New <strong>Testament</strong><br />
Studies, 20, 1974, pp. 55–77.<br />
3<br />
Robert Gordis, Judaism in a Christian World [El judaísmo en un mundo cristiano], McGraw Hill, Nueva York,<br />
NY, 1966, pp. 136–37, cita la respuesta brillante a los contrastes artificiales por Claude G. Montefiore,<br />
Synoptic Gospels [Los Evangelios sinópticos], tomo 2, p. 326. Montefiore da <strong>una</strong> seria de retrotracciones<br />
inventadas <strong>del</strong> <strong>Antiguo</strong> al Nuevo <strong>Testament</strong>o como respuesta apropiada a los que tediosa y artificialmente<br />
hacen lo opuesto.<br />
http://es.scribd.com/Benami_77