Hacia una Teologia del Antiguo Testament - Walter C. Kaiser Jr_
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http://es.scribd.com/doc/97117904/<strong>Hacia</strong>-Una-<strong>Teologia</strong>-Del-<strong>Antiguo</strong>-<strong>Testament</strong>o-<strong>Walter</strong>-c-<strong>Kaiser</strong>-Hijo<br />
La segunda novena también detalla la salvación que ganó el Siervo. En un real viraje de<br />
acontecimientos, el profeta Isaías representa cómo Dios retira la copa de su ira de los labios de Israel<br />
y la pone en la boca de su opresor (51:22–23; cf. el profeta Nahúm <strong>del</strong> séptimo siglo (1:11–14). Más<br />
aun, se visualizaron un nuevo éxodo y <strong>una</strong> nueva redención para el futuro (52:1–6). Estas eran<br />
«buenas nuevas» (m e ḇaśśēr) para Sión. Entonces todos los fines de la tierra verían la salvación de<br />
Dios (52:9–10; cf. 40:9).<br />
Este Siervo que gobernaría personalmente, un hecho que espantaría a los reyes de la tierra<br />
(52:15), sería también el que sufriría en el lugar de toda la humanidad para que estuviera al alcance<br />
la propiciación de Dios. El primer advenimiento de este Siervo asombraría a muchos (vv. 13–14),<br />
pero su segundo venida quitaría el aliento aun a los reyes de la tierra (52:15). Ahí residía el misterio<br />
<strong>del</strong> Siervo. Su rechazamiento siguió: los hombres rechazaron su mensaje (53:1), su persona (v. 2) y<br />
su misión (v. 3). Sin embargo, su sufrimiento vicario efectuaría la propiciación entre Dios y el<br />
hombre (vv. 4–6) y aunque se sometería al sufrimiento (v. 7), la muerte (v. 8) y sepultura (v. 9), más<br />
tarde sería exaltado y ricamente recompensado (vv. 10–12). Sobre el Siervo <strong>del</strong> Señor, entonces, se<br />
puso la iniquidad de toda la humanidad.<br />
El resultado <strong>del</strong> sufrimiento <strong>del</strong> Siervo fue que la «simiente» «poseería las naciones» porque sus<br />
tiendas se ensancharían, las cuerdas se alargarían y las estacas se enterrarían más profundamente<br />
(54:2–3). Por tanto, Yahvé sería «Dios de toda la tierra» (54:5; 49:6). Así será «como en los días de<br />
Noé», cuando Yahvé regrese como «tu esposo» y extienda su «fiel amor» (ḥeseḏ) y «pacto de paz»<br />
(54:5; 9–10). Entretanto, la libre oferta de salvación se daría a todas las naciones a través <strong>del</strong> hijo de<br />
David (55:3–5; cf. 55:1–2, 6–9; 49:6 y el comentario <strong>del</strong> NT en Hechos 13:45–49; 26:22–23).<br />
3. El final de toda la historia (Is 58–66), la inauguración de las postrimerías fue bien demarcada<br />
por el final de las «primeras cosas». 23 Habría un «nuevo» y sincero arerpentimiento (58–59), <strong>una</strong><br />
«nueva» Jerusalén (60), y unos «nuevos» cielos y «nueva» tierra (65:17–25; 66:10–24; cf. 2P 3:13;<br />
Ap 21:1–4).<br />
Esta sería la era <strong>del</strong> Espíritu Santo según 63:7–14. Un llamado saldría para un nuevo Moisés a fin<br />
de que dirigiera el nuevo éxodo (vv. 11–14) y les diera ese «descanso» (nuah) prometido mucho<br />
antes a Josué. Como el Espíritu de Dios dotó al siervo de poder (42:10), asi también se «ungió» esta<br />
Persona. En verdad, se le consideró el siervo en Isaías 61:1: «El Espíritu <strong>del</strong> SEÑOR omnipotente está<br />
sobre mi por cuanto me ha ungido.» Allí describe el gozo de su misión (vv. 1–3) y el contenido de su<br />
mensaje (vv. 4–9) incluyendo:<br />
1. «Pero a ustedes los llamarán ―sacerdotes <strong>del</strong> Señor‖; les dirán ministros de nuestro Dios» (v. 6; cf.<br />
Éx 19:6).<br />
2. El «pacto eterno» se llevaría a cabo (v. 8).<br />
3. Serán conocida entre las naciones por ser «descendencia bendecida <strong>del</strong> SEÑOR» (v. 9).<br />
Hasta el equipo y carácter de este Siervo mesiánico lleno <strong>del</strong> Espíritu Santo se observaron en<br />
61:10–11. Se vestirá con «ropas de salvación» y «hará que broten la justicia y la alabanza ante todas<br />
las naciones».<br />
El Redentor vendría en el último día «por amor de Sión» (Is 59:20). Estaría ataviado como un<br />
guerrero (59:15b–19) y haría guerra a todo mal y pecado, sobre todo al estilo de vida hipócrita<br />
descrito en Isaías 57–59:15a. Lo investirían las palabras de Dios y su Espíritu (59:21). Entonces<br />
Jerusalén no sufriría más violencia porque el Señor de gloria sería su más grande posesión (60). Las<br />
riquezas de las naciones se derramarían en Jerusalén mientras toda la humanidad llegaba a alabar al<br />
23<br />
C. R. North, «The Former Things and the “New Things” in deutero-Isaiah» [Las cosas interiores y las «cosas<br />
nuevas» en Deutero-Isaías], Studies in Old <strong>Testament</strong> Prophecy [Estudios en la profecía <strong>del</strong> <strong>Antiguo</strong><br />
<strong>Testament</strong>o], ed. H. H. Rowley, T.&T. Clark, Edimburgo, 1950, pp. 111–26.<br />
http://es.scribd.com/Benami_77