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Hacia una Teologia del Antiguo Testament - Walter C. Kaiser Jr_

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http://es.scribd.com/doc/97117904/<strong>Hacia</strong>-Una-<strong>Teologia</strong>-Del-<strong>Antiguo</strong>-<strong>Testament</strong>o-<strong>Walter</strong>-c-<strong>Kaiser</strong>-Hijo<br />

Aunque debe concederse que ‘ lām no siempre tiene un alcance ilimitado en la disertación poética y profética<br />

(cf. Am 9:11), produciría aquí un sentido demasiado simple, sobre todo al hebreo, pensar solamente en<br />

descendencia física de Isai, el humilde antepasado, o de Judá. Se entendía muy bien que cada genuino israelita<br />

descendía de Jacob y Abraham. O, ¿enseña esta crítica descripción, que contiene <strong>una</strong> definición de tiempo<br />

doble y de largo alcance, la existencia pretemporal <strong>del</strong> Mesías, de modo que tendríamos aquí como en Juan<br />

1:1ss.; 8:58, un irrefutable testimonio de la preexistencia de Cristo? Las expresiones qeḏem, ‘ lām y las<br />

concepciones generales de los israelitas tienen muy poca importancia metafísica para garantizar tal derivación.<br />

Más aun, hablando estrictamente, no se afirma <strong>una</strong> existencia antes <strong>del</strong> mundo, sino <strong>una</strong> procedencia de<br />

tiempo inmemorial. En Miqueas 7:20, qeḏem se usa en referencia a las promesas patriarcales. Nosotros, por lo<br />

tanto, hacemos más justicia a la declaración tomándola como que el futuro gobernante procedente de Belén es<br />

quien ha estado a la vista de Dios en el desarrollo de las cosas … Sus principios están enraizados en el<br />

primitivo plan redentor de Dios. 10<br />

El alcance de los poderes de este nuevo gobernante davídico sería mundial. Defendería a Israel<br />

(5:5–6), los capacitaría para que vencieran a sus enemigos (vv. 7–9) y personalmente destruiría todas<br />

las armas de guerra (vv. 10–15). Los «asirios» <strong>del</strong> versículo 5 son típicos y representativos de todos<br />

los enemigos de Israel en ese futuro día cuando las naciones intenten pactar de <strong>una</strong> vez por todas con<br />

la «cuestión judía». El resultado aquí es el mismo que el trazado en Joel 3. Sin embargo, habrán<br />

príncipes idóneos («siete» y aun «ocho», v. 5) para hacer frente a cada ataque <strong>del</strong> enemigo. El<br />

«remanente de Jacob» sería como rocío y aguaceros (v. 7), como un león o un joven león (v. 8), a<br />

saber <strong>una</strong> fuente de bendición para el justo y conquista contra el impío.<br />

Entretanto, lo que Dios requería de los hombres (6:6) era: (1) trato justo con los otros hombres; y<br />

(2) <strong>una</strong> diligente vida de fe vivida en íntima comunión con Dios (v. 8). Ese era el epítome y<br />

quintaesencia de la ley. La exactitud ceremonial como un fin en sí mismo fue tan despreciado por<br />

Dios como inservible para los participantes.<br />

Miqueas concluye su mensaje con expectante confianza <strong>del</strong> futuro y sus oraciones por Israel<br />

(7:7–20). «Yo espero en el Dios de mi salvación» (v. 7), oró en un salmo de confianza (vv. 7–10). Y<br />

después de orar por el cumplimiento <strong>del</strong> propósito de Dios para su tierra y pueblo (vv. 14–17; cf. vv.<br />

11–13), entona un canto de alabanza a Dios (vv. 18–20) por su incomparable perdón y «amor<br />

constante» (ḥeseḏ) (v. 18), lo que <strong>una</strong> vez más ha demostrado lo que juró 11 a sus padres Jacob y<br />

Abraham. Sus pecados e iniquidades, no sus personas, «arroja al fondo <strong>del</strong> mar» (v. 19). En realidad,<br />

la teología de Miqueas exclama la pregunta de Isaías 40: «¿Con quién compararán a Dios?»<br />

El teólogo de la promesa: Isaías<br />

Más allá de toda cuestión, Isaías fue el más celebre profeta de todo el AT porque su pensamiento y<br />

doctrina abarca <strong>una</strong> amplia gama de asuntos, así como a través de su ministerio. Aunque sus escritos<br />

pueden dividirse en dos partes, capítulos 1–39 dirigidos sobre todo al juicio y los capítulos 40–66<br />

dando énfasis principalmente a consolar, el libro tiene el carácter de <strong>una</strong> unidad con su propio rasgo<br />

10<br />

C von Orelli, The Old <strong>Testament</strong> Prophecy of the Consummation of God’s Kingdom Traced in its Historical<br />

Development, trad. J.J. Banks, T.&T. Clark, Edimburgo, 1889, pp. 307–8.<br />

11<br />

El juramento de Dios recibe un trato especial en el Salmo 105:8–11. Allí y en todos los otros casos (Gn<br />

22:16, 26:3; 50:24; Éx 13:5; 11; 33:1; Nm 11:12; 14:16, 23; 32:11 en Dt, Jos, Jue y Jer 32:22) «el contenido de<br />

este juramento es la dádiva de la tierra» según James L. Mays, Micah: A Commentary, [Miqueas: un<br />

comentario), Westminster Press, Fila<strong>del</strong>fia, PA, 1976, pp 168–69.<br />

http://es.scribd.com/Benami_77

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