Hacia una Teologia del Antiguo Testament - Walter C. Kaiser Jr_
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http://es.scribd.com/doc/97117904/<strong>Hacia</strong>-Una-<strong>Teologia</strong>-Del-<strong>Antiguo</strong>-<strong>Testament</strong>o-<strong>Walter</strong>-c-<strong>Kaiser</strong>-Hijo<br />
(Gn 1:26–27; cf. también sus paralelos posteriores en Is 41:20; 45:18), y yāṣar, «forma, moldear»<br />
(Gn 2:7; cf. su uso posterior en Is 43:1; 45:18; Am 4:13). En Isaías 45:18 los tres verbos aparecen en<br />
paralelismo, anulando cualquier distinción mayor entre ellos:<br />
Porque así dice el SEÑOR,<br />
el que creó (bārā’) los cielos;<br />
el Dios que formó (yāṣar) la tierra,<br />
que la hizo (‘āśâh)<br />
y la estableció (kûn);<br />
que no la creó (bārā’) para dejarla vacía [un caos],<br />
sino que la formó (yāṣar) para ser habitada:<br />
Yo soy el SEÑOR,<br />
y no hay ningún otro.<br />
Sin duda, «crear» no aparece en el principio <strong>del</strong> orden creativo (Gn 1:1), en la primera aparición<br />
de la vida (v. 21) ni con la designación de que el hombre fue hecho a la imagen de Dios (v. 27). Sin<br />
embargo, esto no se puede usar para apoyar el punto de vista insostenible de la evolución mecánica<br />
con tres interrupciones divinas, como fueron, en la creación de la materia, la creación de la vida y la<br />
creación de la imago Dei. La evidencia anterior <strong>del</strong> uso paralelo de los verbos de creación mira a eso.<br />
Concluimos, pues, que Dios inició el proceso de la creación de la nada, excepto su palabra. Habrá<br />
que esperar por declaraciones más detalladas hasta Hebreos 11:3 que establece la doctrina de <strong>una</strong><br />
creación ex nihilo, «de la nada», en términos definitivos.<br />
Los «días» de la creación tuvieron su climax en la creación <strong>del</strong> hombre y la mujer. Estos fueron<br />
el principal interés de nuestro escritor. Con el estilo típico observado a través de todo el Génesis, el<br />
escritor pronto traza el cuadro completo cuidando los detalles que solo tenían un interés pasajero<br />
antes de tratar en detalle el asunto o personas que le interesaban más. Tanto Adán como Eva fueron<br />
creados en el sexto día, pero la duración de ese «día» (yôm) y los detalles de cómo fueron creados se<br />
encuentran pormenorizados en Génesis 2:4ss. Ahora el lector está enterado de la flexibilidad <strong>del</strong><br />
autor en el uso de la palabra «día»: ella comparte la misma extensión de significado que tiene en el<br />
español moderno. Es igual a la luz <strong>del</strong> día (1:5); a los días de nuestro calendario que componen el<br />
año; (v. 14) y al lapso completo de la creación, o como diríamos, días de antaño.<br />
El período de los seis días creadores debe haber durado más de veinticuatro horas porque Adán<br />
anheló compañía (Gn 2:20). ¡De seguro que esto necesitó más que el pensamiento ocioso de <strong>una</strong><br />
tarde! Además, estaba ocupado en la tarea de poner nombre a los animales a medida que crecía su<br />
soledad. Finalmente Dios creó a <strong>una</strong> mujer y todavía era el «día» sexto.<br />
Sobre todo por la influencia de Agustín, la iglesia primitiva (hasta mediados <strong>del</strong> siglo diecinueve)<br />
mantuvo el punto de vista de la mayoría en cuanto a que hubo tres días de creación antes que los días<br />
tipo calendario se crearan en el día cuarto (Gn 1:14). Así que el uso que se recomienda aquí no es<br />
<strong>una</strong> proyección moderna hacia el pasado de un texto anticuado que hay que rescatar de <strong>una</strong> situación<br />
embarazosa. Es la enseñanza clara <strong>del</strong> texto mismo.<br />
Algunos de los detalles de lo que siguió a la palabra divina de Génesis 1:26 se suplen ahora en<br />
2:4 y siguientes. Adán no estaba «vivo» (nep eš ḥayyâh, literalmente, sino con inexactitud, «alma<br />
viviente») hasta que Dios tomó algún polvo de la tierra, le dio forma y sopló en su interior el soplo<br />
de vida. Ahora para estar seguros, hay expresiones antropomórficas aquí, pero son figuras de la<br />
actividad directa de Dios. La vitalidad <strong>del</strong> hombre era <strong>una</strong> dádiva directa de Dios porque antes de eso<br />
no estaba «vivo», ¡eso es muy cierto!<br />
También Dios «construyó» (bānâh) a Eva, pero en forma tal que se asegurara su consanguinidad<br />
con Adán. Ella será «hueso de [sus] huesos y carne de [su] carne» (Gn 2:23). Juntos surgieron de la<br />
http://es.scribd.com/Benami_77