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Hacia una Teologia del Antiguo Testament - Walter C. Kaiser Jr_

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http://es.scribd.com/doc/97117904/<strong>Hacia</strong>-Una-<strong>Teologia</strong>-Del-<strong>Antiguo</strong>-<strong>Testament</strong>o-<strong>Walter</strong>-c-<strong>Kaiser</strong>-Hijo<br />

de continuidad tal como la singular y distintiva frase «el Santo de Israel», que aparece doce veces en<br />

la primera parte y catorce en la segunda parte. 12<br />

La segunda parte <strong>del</strong> trabajo de Isaías es en sí misma <strong>una</strong> genuina teología bíblica <strong>del</strong> AT. Bien<br />

puede llamarse «El libro de Romanos <strong>del</strong> <strong>Antiguo</strong> <strong>Testament</strong>o» o el «Nuevo <strong>Testament</strong>o dentro <strong>del</strong><br />

<strong>Antiguo</strong> <strong>Testament</strong>o». Sus veintisiete capítulos abarcan el mismo punto de vista que los veintisiete<br />

libros <strong>del</strong> Nuevo <strong>Testament</strong>o. El capítulo cuarenta empieza con la profetizada voz de Juan el Bautista<br />

clamando en el desierto como lo hacen los Evangelios: los capítulos 65–66 cierran con el mismo<br />

cuadro <strong>del</strong> Apocalipsis de Juan en Apocalipsis 21–22 de los cielos nuevos y la tierra nueva. Entre<br />

estos dos extremos está el punto medio, Isaías 52:13–53:12, que constituye la mayor declaración<br />

teológica sobre la expiación en toda la Escritura.<br />

No menos importante, sin embargo, es la primera parte de los escritos de Isaías. En sucesivos<br />

«libros», para usar el término de Franz Delitzsch, 13 están los libros de Endurecimiento (1–6),<br />

Emanuel (7–12), Naciones (13–23), el Pequeño Apocalipsis (24–27; 34–35), la Principal Piedra<br />

Angular y Ayes (28–33) y Ezequías (36–39).<br />

En nuestro punto de vista, a Isaías se le debe llamar el teólogo de los teólogos. Y cuando se<br />

consideraba la permanente promesa de Dios, Isaías sobresale en su uso de la previa teología de la<br />

promesa abrahámica-mosaica-davídica y en sus nuevas contribuciones y desarrollo de esa doctrina.<br />

El Santo de Israel<br />

En el corazón de la teología de Isaías estaba su llamado en el capítulo 6. Mientras adoraba en el<br />

templo tuvo <strong>una</strong> visión <strong>del</strong> Señor exaltado en su trono con su gloria (sus faldas) que llenaba el<br />

templo. Entonces oyó a los serafines cantar la suprema santidad de Dios y vio la gloría de él que<br />

llena la tierra.<br />

Esta visión con su lenguaje antropomórfico, pero altamente teológico, es la clave a la teología de<br />

Isaías. En estos dos conceptos centrales, santidad y gloria, Isaías puso <strong>del</strong>ante de sí los asuntos para<br />

su profecía y ministerio.<br />

Yahvé era el tres veces santo Dios cuya singularidad, separación y trascendencia fue tan<br />

inmediatamente aparente al profeta que clamó: «¡Ay de mí, que estoy perdido! Soy un hombre de<br />

labios impuros» (Is 6:5). Como el Moisés de antaño, Isaías supo que por ser el Señor Dios santo,<br />

Israel también debía ser santo. La santidad de Dios tenía que verse en su perfección moral, su<br />

rectitud y su conducta pura.<br />

Sin embargo, no solamente era Isaías inepto en comparación con la santidad de Dios, también lo<br />

era Israel: «Vivo en medio de un pueblo de labios blasfemos» (v. 5). Ese era el punto para poner los<br />

capítulos 1–5 <strong>del</strong>ante <strong>del</strong> llamado de Isaías en el capítulo 6. Expresaba la necesidad <strong>del</strong> mensaje de<br />

Isaías a Israel de arrepentirse o enfrentar el juicio. Israel era más el rebelde (1:2, 4), hipócrita (vv.<br />

10–15) y soberbio violador de los mandamientos de Dios (5:8–23) que la «nación santa» de Dios o<br />

su «real sacerdocio».<br />

Yahvé era santo o separado de su pueblo tanto en su ser como en su moralidad. Los ídolos, «la<br />

obra de sus manos» (2:8, 20), eran «nada» y «nulidad» (’ e l l m, 2:8, 18, 20 bis). Fuera de Dios no hay<br />

otro. Tal trascendencia y majestuosa soberanía hace la enseñanza de lo incomparable de Dios <strong>una</strong> de<br />

las grandes doctrinas de Isaías, sobre todo en la a menudo repetida pregunta de Isaías: «¿Con quién<br />

compararán a Dios?»<br />

12<br />

Los conservadores han señalado <strong>una</strong>s cuarenta frases o párrafos adicionales que aparecen en ambas<br />

partes de Isaías como evidencia de su unidad, cf. Gleason L. Archer, <strong>Jr</strong>., Reseña crítica de <strong>una</strong> introducción al<br />

<strong>Antiguo</strong> <strong>Testament</strong>o, Editorial Portavoz, Grand Rapids, MI, 1982, (pp. 345ss. <strong>del</strong> original en inglés).<br />

13<br />

Franz Delitzsch, The Prophecies of Isaiah, [las profecías de Isaías], 2 tomos de C. F. Keil y F. Delitzsch,<br />

Biblical Commentary on the Old <strong>Testament</strong>, 25 tomos, trad. James Martin, Eerdmans, Grand Rapids, MI,<br />

1969, tomo 1, pp. v–vii, 2:v.<br />

http://es.scribd.com/Benami_77

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