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Hacia una Teologia del Antiguo Testament - Walter C. Kaiser Jr_

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http://es.scribd.com/doc/97117904/<strong>Hacia</strong>-Una-<strong>Teologia</strong>-Del-<strong>Antiguo</strong>-<strong>Testament</strong>o-<strong>Walter</strong>-c-<strong>Kaiser</strong>-Hijo<br />

la ley prohibe, y para hacer las cosas peores, usa las mismas palabras de Éxodo 20:24 las cuales se<br />

supone que Deuteronomio revoque.» 21<br />

A lo sumo, Deuteronomio enseñó que Yahvé seleccionaría un lugar en Canaán después que<br />

ayudara a «heredar» la tierra y a encontrar «reposo» (Dt 12:10–11), de la misma forma en que él lo<br />

hizo en el pasado. «Haría habitar su nombre» en el lugar de su elección. Esta promesa unió la<br />

teología de Emanuel y la gloría de la shekiná de las Eras Patriarcal y Mosaica. Y precisamente como<br />

Dios eligió a un hombre de entre toda la humanidad, Abraham, y <strong>una</strong> tribu entre los doce hijos de<br />

Jacob, Judá, asi ahora escogería un lugar en <strong>una</strong> de las tribus en el que morara su nombre. Allí<br />

tendría su habitación (12:5) y allí vendría a adorarle Israel. Funcionaría en muchas formas como lo<br />

hizo el tabernáculo durante tanto tiempo.<br />

El nombre que habita en la tierra<br />

Hay otras tres expresiones teológicamente importantes que están relacionadas con la promesa <strong>del</strong><br />

«lugar». Ellas son frases donde Yahvé promete:<br />

1. «Hacer habitar (sakan) su nombre allí» (Dt 12:11; 14:23; 16:2, 6, 11; 26:2).<br />

2. «Poner (s m) su nombre allí» (Dt 12:5, 21; 14:24; 1R 9:3; 11:36; 14:21; 2R 21:4, 7; 2 Cr 6:20;<br />

33:7).<br />

3. «Que mi nombre pueda estar allí» (1R 8:16, 29; 2R 23:27).<br />

De este material se ha hecho demasiado cuando algunos, siguiendo a von Rad, hacen esta «teología<br />

<strong>del</strong> nombre» <strong>una</strong> sustitución para la antigua «teología de la gloria» en la que nada más está el mismo<br />

Yahvé presente en el arca <strong>del</strong> pacto, sino que ahora solo su nombre está presenté. 22 Von Rad mismo<br />

señaló, sin embargo, que el «nombre ya estaba presente en Éxodo 20:24 y en Éxodo 31. El «nombre»<br />

aquí, como en la teología que antecedió, se mantuvo por el ser total, el carácter y la naturaleza de la<br />

misma forma en que se usaba el nombre en la prohibición dada en Sinaí en cuanto a tomar el nombre<br />

<strong>del</strong> Señor en vano. Tampoco Roland de Vaux pudo estar de acuerdo con von Red. Estas tres frases<br />

significaron «reclamar la propiedad». 23 Mientras que es cierto que «la santa habitación de Dios»<br />

(m e ‘ n qōḏeš: Dt 26:15) y su «lugar de morada» (m e k n šeḇeṯ: 1R 8:30, 39, 43, 49) esté en el cielo,<br />

la anterior expresión se encontró también en el Canto <strong>del</strong> Mar (Éx 15:17) en paralelismo con el<br />

«santuario» <strong>del</strong> Señor.<br />

El punto parece ser que Dios es trascendente en que su morada permanente (yšḇ, šḇṯ) está en el<br />

cielo; aunque él es inminente en que habita (šḵn) en la tierra (Éx 25:8; 29:45; Lv 26:11; Nm 16:3) en<br />

su gloria, ángel, nombre y ahora en un «lugar» que elegirá (Dt 12:5). No hay evidencia de que ni<br />

Deuteronomio ni Moisés rechazaran en alg<strong>una</strong> forma la así llamada concepción dialéctica de la<br />

morada divina. El cielo no es el lugar de habitación exclusivo de Dios: él se puede «sentar» o<br />

«entronizar» allí, pero también «tabernaculizó» sobre la tierra. Y Deuteronomio agregó a la lista de<br />

las manifestaciones de sí mismo a Israel, el lugar en que él haría que su nombre (su persona)<br />

habitara. De lo que Dios es dueño, lo posee abiertamente poniéndole su nombre o «llamándolo».<br />

La conquista de la tierra<br />

A Yahvé se le conoció como un «Hombre de guerra» después de su celebrada victoria en el Mar<br />

Rojo (Éx 15:3). Aun antes de que hubiera un rey que los guiara, el Señor salía como Jefe <strong>del</strong> ejército<br />

21<br />

Manley, Íbid., p 13 4; también James Orr, The Problem of the Old <strong>Testament</strong> [El problema <strong>del</strong> <strong>Antiguo</strong><br />

<strong>Testament</strong>o], J. Nisbet & Co, Londres, 1909, pp. 174–80; Gordon]. Wenham, «Deuteronomy and the Central<br />

Sanctuary» [Deuteronomio y el santuario central], Tyndale Bulletin 22, 1971, pp. 103–18, esp. pp. 110–14.<br />

22<br />

Gerhard von Rad, Studies in Deuteronomy, Henry Regnery Co., Chicago, IL, 1953, pp 38–44.<br />

23<br />

Como lo citó Weinfeld, Deuteronomy, p. 194, n. 2.<br />

http://es.scribd.com/Benami_77

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