Hacia una Teologia del Antiguo Testament - Walter C. Kaiser Jr_
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http://es.scribd.com/doc/97117904/<strong>Hacia</strong>-Una-<strong>Teologia</strong>-Del-<strong>Antiguo</strong>-<strong>Testament</strong>o-<strong>Walter</strong>-c-<strong>Kaiser</strong>-Hijo<br />
(2–4), su economía (5–10) y sus sabios (11–13). Como para subrayar el origen de estos juicios, el<br />
versículo 14 otra vez destaca que Yahvé es el que mezcló un espíritu de confusión en Egipto.<br />
Sin embargo, habría otro «día», parte de ese gran «día» futuro. «En ese día», Judá aterrorizaría a<br />
Egipto según el plan <strong>del</strong> Señor de los Ejércitos (19:16–17). Y un rudo gobernante oprimiría sus<br />
súbditos egipcios (v. 20), pero Yahvé milagrosamente liberaría a Egipto para que junto a Israel y<br />
Asiría fueran un trío adorando al Señor y heredando <strong>del</strong> Señor (vv. 24–25). Así, aunque el Señor<br />
golpeara a Egipto, lo sanaría enviando un juez o «salvador» como hizo por Israel en el período de los<br />
jueces. Entonces Egipto adoraría al Dios viviente junto con Israel (vv. 18–19, 21–22).<br />
Como Yahvé enfrentó a Samaría y Damasco en la guerra siroefratea, también lo haría con todas<br />
las naciones. Sería el único soberano a pesar de todos sus señoríos. Además, al final triunfaria sobre<br />
ellos. Este proceso de sacudir las naciones se narra de manera extraordinaria en el «Pequeño<br />
Apocalipsis» de Isaías 24–27.<br />
La principal Piedra Angular<br />
La orgullosa Samaria aún estaba en pie en la profecía de Isaías 28 que anunciaba el fin de esta<br />
«flor marchita» de Efraín. Sin embargo, también hubo <strong>una</strong> reprensión para Jerusalén porque, según<br />
el capítulo 7, Judá se volvió a Asiria y no al Señor para pedir ayuda. La palabra de los profetas se<br />
descartó como algo trivial porque el pueblo se consideraba muy seguro contra la muerte y el infierno.<br />
Aun así, estaban condenados también. Sus mentiras y engaños no los protegerían: los sorprendería la<br />
abrumadora inundación.<br />
Mientras tanto, Adonai, el soberano Señor, ponía en Sión la piedra angular. El pasaje básico que<br />
brinda la teología de este texto es Génesis 49:24 donde al «poderoso de Jacob» se le llamó la «piedra<br />
de Israel». Asimismo, Deuteronomio 32:4 identifica a Dios como <strong>una</strong> Roca (ṣûr) e Isaías 8:14<br />
identifica a Dios como roca y como piedra. En contraste con el inestable refugio ofrecido por las<br />
mentiras, la piedra estaba firme e inmóvil.<br />
Desde que se inauguró la dinastía davídica, esta piedra estuvo en Sión. Era, por lo tanto, <strong>una</strong><br />
«piedra de toque» porque se probaría con ella a los hombres. Mientras que en Isaías 8:14 al Señor<br />
mismo se le llama piedra de tropiezo y ofensa, aquí la piedra es su revelación y obra en el mundo. La<br />
piedra estaría fija en su lugar y preciosa en valor para que todo el que creyera en él estuviera en paz.<br />
Estarían quietos y tranquilos en contraste con el inquieto, agitado y falso refugio que se les ofreció<br />
antes por sus mentiras.<br />
Se ha dicho de Abraham «creyó» (he’ e m n, Gn 15:6) y Dios se lo contó como «justicia»<br />
(ṣ e ḏāqâh). Esa fe fue <strong>una</strong> completa rendición interna al Señor, era <strong>una</strong> confianza en la promesa<br />
divina que más tarde se repitió a los otros patriarcas y a David, Salomón y a su línea genealógica. La<br />
promesa davídica fue el objeto y contenido de su fe. La demanda de fe de Isaías aparece por primera<br />
vez usando el verbo he’ e m n en 7:9, de ahí en a<strong>del</strong>ante en 11:5 y 28:16. Fue <strong>una</strong> confianza de fe, <strong>una</strong><br />
consideración de Dios como un firme objeto de confianza. En Isaías 30:15, la raíz bāṭaḥ se usa para<br />
fe en Dios, pero se usa para falsa confianza en Isaías 30:12; 31:1; 32:9–11. Otras grandes palabras<br />
para fe o creencia en Isaías son «esperanza» (qiwwâh 8:17; 40:31), «esperar por» (ḥikâh, 8:17;<br />
30:18) y «descanso» (nûaḥ, 28:12 bis 30:15).<br />
Breve teología <strong>del</strong> <strong>Antiguo</strong> <strong>Testament</strong>o<br />
Una de las más sobresalientes secciones <strong>del</strong> AT es Isaías 40–66. En su plan general, se expone en<br />
tres novenas: capítulos 40–48, 49–57 y 58–66. En cada uno de estos tres juegos de nueve mensajes el<br />
foco está dirigido al aspecto particular de la persona y obra de Dios. Está tan cercano a ser <strong>una</strong><br />
declaración de teología sistemática <strong>del</strong> AT, como el libro de Romanos en el NT. Su majestuoso<br />
movimiento empieza con el anuncio de la persona y obra de Juan el Bautista y gira hasta las alturas<br />
de vértigo <strong>del</strong> sufrido y triunfante Siervo <strong>del</strong> Señor para el tiempo en que se alcanza la mitad de la<br />
http://es.scribd.com/Benami_77