Hacia una Teologia del Antiguo Testament - Walter C. Kaiser Jr_
- No tags were found...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
http://es.scribd.com/doc/97117904/<strong>Hacia</strong>-Una-<strong>Teologia</strong>-Del-<strong>Antiguo</strong>-<strong>Testament</strong>o-<strong>Walter</strong>-c-<strong>Kaiser</strong>-Hijo<br />
La profecía de Nahúm era el complemento a Jonás porque mientras este alaba la misericordia de<br />
Dios, Nahúm marcó la inexorable marcha <strong>del</strong> juicio de Dios contra los pecadores <strong>del</strong> mundo entero.<br />
Jonás 3:10 se centra en el Dios misericordioso y perdonador, pero Nahúm 3:1–8 demuestra la ira <strong>del</strong><br />
juicio de Dios contra toda impiedad.<br />
Sin embargo, aun en este libro de juicio, la misericordia de Dios no estaba <strong>del</strong> todo ausente.<br />
Triunfantemente Nahúm anuncia que Yahvé era «lento para la ira» (1:3a), «bueno» y «refugio en el<br />
día de la angustia» (v. 7). De modo que aunque no pasará por alto ni absolverá al impío (v. 3b)<br />
porque es «un Dios celoso» (’ēl qan ) y un vengador de injusticias (v. 2), tampoco carece de amor o<br />
perdón.<br />
«El SEÑOR es un Dios celoso y vengador.» Así empieza Nahúm, con <strong>una</strong> simple, pero formidable<br />
introducción. Las falsas ideas populares sobre este adjetivo qan ’ o el sustantivo relacionado quin’âh<br />
no deben unirse al significado 1 de Nahúm, a saber, un Dios suspicaz, receloso y temeroso de<br />
rivalidad. Cuando se usaba para Dios, denotaba: (1) ese atributo que demandaba exclusiva devoción<br />
(Éx 20:5; 34:14; Dt 4:24; 5:9; 6:15); (2) esa actitud de ira dirigida contra todos los que persistían en<br />
oponerse a él (Nm 25:11; Dt 29:20; Sal 79:5; Ez 5:13; 16:38, 42; 25:11; Sof 1:18); y (3) la energía<br />
que usaba en defender a su pueblo (2 R 19:31; Is 9:7; 37:32; JI 2:18; Zac 1:14; 8:2). Asi su celo era<br />
el precursor de su vindicación o inminente castigo (Dt 4:24; Jos 24:19). Era el Juez, el «Vindicador»<br />
(nōqēm 2 no el «vengador»), porque después de años de aflicción infligida por los asirios Yahvé<br />
procedería a vindicar. Aun los asirios se verían obligados a reconocer la universal soberanía <strong>del</strong><br />
Señor.<br />
Se mencionan tres tipos de transgresiones cometidas por Asiría. La primera en Nahúm 1:11 es<br />
quizá <strong>una</strong> referencia al fracasado ataque de Senaquerib a Jerusalén (2 R 18), cuando sus generales se<br />
mofaron <strong>del</strong> pueblo <strong>del</strong> Dios <strong>del</strong> pacto, los judíos, menospreciaron la impotencia de Yahvé (2 R<br />
18:22ss). Esta transgresión era <strong>del</strong> mismo tipo de la falta religiosa que cometió el faraón <strong>del</strong> Éxodo.<br />
El segundo grupo de pecados está en 3:1: la culpa de sangre de Nínive mientras llevaba a cabo<br />
alg<strong>una</strong>s de las más criminales y brutales guerras conocidas en el Próximo Oriente antiguo. 3 Más aun,<br />
estaba llena de engaños y mentiras, no se podía contar con ella en ninguno de sus tratos. Incluso su<br />
saqueo era un inmediato testigo en su contra por haber pasado por alto los derechos de propiedad de<br />
otros. El tercer grupo de pecados aparece en 3:4 y consistía de fornicaciones que en este caso era la<br />
venta de naciones en las que los diplomáticos disputaban la suerte de otras naciones. Por<br />
consiguiente, Nahúm no era un orgulloso nacionalista que daba evidencias de un altivo desprecio por<br />
los paganos. Por el contrario, <strong>una</strong> de sus quejas era que Nínive vendía «naciones a través de sus<br />
fornicaciones y pueblos a través de sus brujerías» (v. 4, RVR), de modo que sus pecados pasaban<br />
continuamente sobre todas las naciones (v. 19). Más aun, cuando viniera la caída de Nínive, esta<br />
sería tanto un alivio como <strong>una</strong> advertencia a las otras naciones porque el Señor dijo: «Para que las<br />
naciones vean tu desnudez, y los reinos descubran tus vergüenzas» (v. 5). Todos los robos, saqueos,<br />
1<br />
<strong>Walter</strong> A. Maier aportó la sustancia principal de nuestra definición aquí, The Book of Nahúm [El libro de<br />
Nahúm], Concordia Publishing House, St. Louis, MO, 1959, pp. 149–50. Su defensa de las doctrinas de<br />
Nahúm en las pp. 70–87 es excelente y no igualada en otras obras acerca de Nahúm.<br />
2<br />
George Mendenhall, «The “Vengeance” of Yahveh» *La «venganza» de Yahvé+, The Tenth Generation [La<br />
décima generación], Johns Hopkins Press, Baltimore, MD, 1973, pp. 69–104.<br />
3<br />
Véase las jactancias de Ashurbanipal y Shalmaneser coleccionadas en D. D. Luckenbill, Ancient Records of<br />
Assyria and Babylon [Registros antiguos de Asiria y Babilonia], 1:146–48, 213, 2:319, 304, citadas en Hobart<br />
Freeman, Nahum, Zephaniah, and Habakkuk [Nahúm, Sofonias y Habacuc], Moody Press, Chicago, IL, 1973,<br />
pp. 36–38<br />
http://es.scribd.com/Benami_77