Hacia una Teologia del Antiguo Testament - Walter C. Kaiser Jr_
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http://es.scribd.com/doc/97117904/<strong>Hacia</strong>-Una-<strong>Teologia</strong>-Del-<strong>Antiguo</strong>-<strong>Testament</strong>o-<strong>Walter</strong>-c-<strong>Kaiser</strong>-Hijo<br />
eterna como recompensa por guardar la ley perfectamente. ¡La misma ley se responsabilizaba y hacía<br />
provisión para los que la quebrantaban en el gran sistema de sacrificios que era <strong>una</strong> parte de ese<br />
pacto de ley!<br />
6. Además, el pueblo no se precipitó al decir en Éxodo 19:8: «Cumpliremos con todo lo que el Señor<br />
nos ha ordenado.» Es por ello que en Deuteronomio 5:28–29 el Señor habló en términos brillantes de<br />
aprobación: «Ojalá su corazón esté siempre dispuesto a temerme y a cumplir todos mis<br />
mandamientos» (cf. 18:18). 19<br />
Nótese bien que aun el pacto sinaítico se inició por el amor, la misericordia y la gracia de Yahvé<br />
(Dt 4:37; 7:7–9; 10:15, passim). Cuando Israel quebrantó la ley de Dios, no perdió el derecho a<br />
heredar la promesa ni a transmitir la promesa a sus hijos como más tarde lo hicieron los patriarcas de<br />
la línea real davídica. Aun el incidente <strong>del</strong> becerro de oro no puso fin a la fi<strong>del</strong>idad de Dios (Éx 32).<br />
Ello solo destacó la necesidad de la obediencia para los que habían declarado haber experimentado la<br />
gracia de la liberación de Dios en el éxodo y la verdad que el Señor Dios es «clemente y compasivo,<br />
lento para la ira, y grande en amor y fi<strong>del</strong>idad» (Éx 34:6).<br />
La ley de Dios<br />
Ning<strong>una</strong> fórmula apareció con mayor insistencia en este período que «Yo Yahvé» o «Yo Yahvé<br />
vuestro Dios» (Lv 18:5, 30; 19:2, 4, 10, 12, 14, 16, 18, 25, 28, 30–32, 34, 37; 20:7–8, 24, 26, passim)<br />
y esa era la base para cualquiera y todas las demandas puestas sobre Israel. Su Señor era Yahvé, el<br />
Dios que estaba dinámicamente presente. Además, era santo; por lo tanto, Israel no tenía otra opción<br />
en la materia <strong>del</strong> bien y <strong>del</strong> mal si iba a disfrutar de compañerismo constante con aquel cuyo<br />
verdadero carácter no toleró ni toleraría el mal.<br />
Para ayudar a la joven nación recientemente liberada de siglos de esclavitud en los privilegios y<br />
responsabilidades de la libertad, Dios les dio su ley. Esta sencilla ley tenía tres aspectos o partes: la<br />
ley moral, la ley civil y la ley ceremonial. 20<br />
La ley moral<br />
El contexto de las demandas morales de Dios era doble: «Yo soy el Señor tu Dios», y «Yo te<br />
saqué de Egipto, <strong>del</strong> país donde eras esclavo» (Éx 20:2). Por consiguiente, el patrón de medida de la<br />
moral para decidir lo que era verdadero o falso, bueno o malo, se fijó en el impecable e<br />
19<br />
Fíjese también en J. Oliver Buswell, A Systematic Theology of the Christian Religion [Una teología<br />
sistemática de la religión cristiana], Zondervan, Grand Rapids, MI, 1962, p. 313: «Las palabras, en autlē [Ro<br />
10:5] y las palabras correspondientes en Gálatas 3:12, en autois, donde el mismo pasaje <strong>del</strong> <strong>Antiguo</strong><br />
<strong>Testament</strong>o [Lv 18:5] se cita, no se debiera construir como instrumental, sino como locativo, indicando la<br />
esfera o límite de vida de un hombre pío … Obviamente Moisés no está describiendo los medios de obtener<br />
la vida eterna, sino los límites dentro de los cuales se debe vivir <strong>una</strong> vida terrenal santa» The New Scofield<br />
Reference Bible, E. Schuyler English et al., editores, Oxford University Press, Nueva York, NY, 1969, p. 95, dice<br />
ahora: «El “si” <strong>del</strong> v:5 es la esencia de la ley» y de aquí que «la razón fundamental de por qué la “ley no hace<br />
nada perfecto” (Heb 7:18–19; compárese Ro 8:3).» Creemos que todavía no comprenden la idea. Aun la<br />
observación añadida acerca <strong>del</strong> orden tampoco es adecuada: «Para Abraham la promesa precedió a lo que<br />
se le requería; en Sinaí el requisito precedió a la promesa. En el nuevo pacto se sigue el orden <strong>del</strong> pacto con<br />
Abraham (véase Heb 8:8–12).»<br />
20<br />
Para <strong>una</strong> defensa de la ley singular de Dios teniendo partes con «más peso», véase a W.C. <strong>Kaiser</strong>, <strong>Jr</strong>., «The<br />
Weightier and Lighter Matters of the Law: Moses, Jesus, and Paul» [Los asuntos de la ley más ligeros y de<br />
más peso: Moisés, Jesús y Pablo], Current Issues in Bíblica! and Patristic Interpretation: Studies in Honor of<br />
Merrill C. Tenney [Asuntos actuales en la interpretación bíblica y patrística: Estudios en honor a Merrill C.<br />
Tenney], ed. G.F. Hawthorne, Eerdmans, Grand Rapids, MI, 1975, pp. 176–92.<br />
http://es.scribd.com/Benami_77