Hacia una Teologia del Antiguo Testament - Walter C. Kaiser Jr_
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http://es.scribd.com/doc/97117904/<strong>Hacia</strong>-Una-<strong>Teologia</strong>-Del-<strong>Antiguo</strong>-<strong>Testament</strong>o-<strong>Walter</strong>-c-<strong>Kaiser</strong>-Hijo<br />
Por lo tanto, el juicio de Dios tema que caer cuando un terco populacho endureció su corazón<br />
como resultado <strong>del</strong> ministerio de Isaías con esta palabra de santidad. (6:9–12). Al parecer, muchos en<br />
Judá confundieron la verdadera teología de su incondicional promesa a David, con <strong>una</strong> aprobación<br />
general de todo lo que el pueblo hacía, bueno o malo. El pueblo por error dio por sentado que Dios<br />
nunca visitaría a Sión con destrucción, que solo eliminaría su promesa y etemo plan. Por<br />
consiguiente, según su mal aconsejado razonamiento, Dios no podía salir de ellos, para mejor o peor,<br />
y por el momento era definitivamente peor. Sin embargo, la sorpresa iba a ser de ellos. Isaías anunció<br />
que predicaría «hasta que las ciudades queden destruidas y sin habitante alguno; hasta que las casas<br />
queden deshabitadas, y los campos, asolados y en ruinas; hasta que el SEÑOR haya enviado lejos a<br />
todo el pueblo» (Is 6:11–12).<br />
Tal mensaje sonaba traicionero. Definitivamente sonaba como un rechazo de la promesa<br />
patriarcal de la tierra y de la elección mosaica <strong>del</strong> pueblo. Aquí es donde el segundo tema de la<br />
visión que Isaías tuvo <strong>del</strong> Señor en el templo, juega su parte: la gloria de Dios.<br />
La gloria de Dios todavía llenaría toda la tierra. Habría en verdad un remanente llamado «<strong>una</strong><br />
décima» ( a ś r yyâh, 6:13) que permanecería como un tocón después que el árbol está caído. Y<br />
«queda parte <strong>del</strong> tronco [tocón], esa parte es la simiente santa», dice Isaías con <strong>una</strong> triunfante y obvia<br />
mirada hacia atrás a la abrahámica y edénica palabra sobre la «simiente» de promesa. Este aspecto lo<br />
desarrolla en el Pequeño Apocalipsis de Isaías 24–27 y en 40–66. En el glorioso estado final, «al<br />
final de los días» <strong>del</strong> plan de Dios, se vería a Jerusalén exaltada como el centro de las naciones y el<br />
centro de instrucción en el camino <strong>del</strong> Señor (2:2–4, cf. la discusión en Miqueas). Sión sería el centro<br />
desde el cual el nuevo reconstituido pueblo vendría después <strong>del</strong> catastrófico juicio (30:15). Así,<br />
intérpretes imparciales que toman en serio este capítulo (6), no encuentran que el triunfo y la gloria<br />
no son más que <strong>una</strong> intromisión o <strong>una</strong> detracción, que demanda tal santidad con su acompañante<br />
amenaza de juicio. Los dos son auténticos motivos en Isaias.<br />
La rama de Yahvé<br />
¿Quién es el «retoño» o «rama» (ṣemaḥ) de Isaías 4:2–6? Muy pocos dudan que a quien se le<br />
llama más tarde «el retoño» es el Mesías. Tampoco dudan que profetas posteriores dependieran<br />
directamente de Isaías 4:2 para ese título. Estos profetas que usan este título para el Mesías son:<br />
«Retoño de Yahvé» (Is 4:2)<br />
«Vástago justo» (Jer 23:5–6)<br />
«Mi siervo … [e]l Renuevo» (Zac 3:8)<br />
«Renuevo» (Zac 6:12)<br />
En Isaías 4:2 el «Retoño de Yahvé» es tanto la dinastía davídica en su naturaleza humana («fruto de<br />
la tierra») como en su naturaleza divina («de Yahvé»). En este caso «Retoño» sería un término<br />
equivalente para «Ungido» o «Santo».<br />
Aun así, muchos objetan que «Renuevo» no era aún <strong>una</strong> designación fija para el Mesías.<br />
Además, su paralelismo con «el fruto de la tierra» (4:2) favorecía <strong>una</strong> referencia al retoñar de la<br />
tierra bajo la influencia benéfica de Yahvé. Sin embargo, como demuestran los siguientes capítulos<br />
de Isaías, el Mesías fue el Mediador de estos beneficios y el mayor de ellos.<br />
Entonces, ¿es alg<strong>una</strong> maravilla que los profetas posteriores aplicaran este título a la fuente<br />
personal viviente de todos estos beneficios de los últimos días? Algunos de esos dones encontrados<br />
ya en este pasaje son: (1) la promesa de la fructificación de la tierra; (2) la certidumbre de un<br />
remanente de «sobrevivientes»; (3) la santidad <strong>del</strong> remanente; (4) la limpieza y purificación de la<br />
suciedad moral <strong>del</strong> pueblo; y (5) la radiante gloria de la presencia de Yahvé habitando con su pueblo<br />
en Sión para siempre. Al final, la «nación santa» de Éxodo 19:6 se realizaría por completo como la<br />
permanente «habitación» de Yahvé en sus medios. Aun se renovaría la «nube de día» y el «fuego de<br />
noche» (4:5). A causa de que ellos fueron las pruebas visibles de la presencia de Dios en el desierto<br />
(Éx 14:19ss.), serían <strong>una</strong> sombra de día e iluminarían la noche para proteger la ciudad de Dios de<br />
toda violencia.<br />
Emanuel<br />
http://es.scribd.com/Benami_77