Su historia y su obra

Albaida ante el avance francés, fue luego a Alicante, ciudad nunca ocupada —debido, en
parte, al abastecimiento recibido por barcos ingleses—, y allí dejó paso a una “Comisión
de Gobierno del Reino de Valencia” de la que formaban parte liberales destacados como
Canga Argüelles. Se procuró continuar la guerra, cuya dirección se vio siempre afectada
por las disputas entre los distintos organismos y la sucesión de los mandos militares. El
Capitán General José O’Donnell fue derrotado en Castalla (junio de 1812), y al año
siguiente la intervención de fuerzas británicas obligó a Suchet a fortificarse en la línea del
Júcar. Sólo la evolución general de la guerra, y concretamente el triunfo español en Vitoria
(junio de 1813), decidió a los franceses a retirarse ordenadamente del país valenciano.
La guerra había tenido además la dimensión popular de la guerrilla, en la que se
entremezclaban factores bélicos, políticos y socioeconómicos, y aunque Suchet la
persiguió implacablemente, nunca pudo acabar del todo con las partidas que aparecieron
por diversas comarcas. En la de Los Serranos actuó la dirigida por “el Pendencias”, a
veces en unión con el más famoso guerrillero valenciano, el saguntino José Romeu, que
luchó sucesivamente en tierras alicantinas, en el valle de Albaida y en el norte de
Castellón, y que fue al fin apresado y ahorcado por los franceses. Más efectividad tuvo la
acción de fray Ascensio Nebot, llamado “el Fraile”, que llegó a mandar unos cuatro mil
hombres, a los que impuso una disciplina feroz, y con los que interceptaba frecuentemente
Antigua Plaza de la Reina y Torre de Santa Catalina. Lonja (fachada posterior). Hacia 1920
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