Su historia y su obra

5.— OTROS ASPEC1OS DE LA EXP SION
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Lo más incierto y agobiador que se presentó a la Caja al agruparse los territorios de
las dos zonas en que quedó dividida la nación por el conflicto civil bajo una única
autoridad, fue normalizar la situación de los importantísimos renglones económicos en
que normalmente operaba. Eran éstos el Monte de Piedad, el Ahorro de los Impositores,
los Préstamos y Créditos y los Valores de Cartera
5.1.— EL MONTE DE PIEDAD
En relación con la marcha general de la Caja, el Monte de Piedad sufrió en los tres
primeros años que siguieron a la contienda civil el entorpecimiento y la incertidumbre del
paradero de las alhajas expoliadas, sector principal de los objetos que se hallaban
pignorados enjulio de 1936. La ley del 5 de febrero de 1943 vino a resolver este problema.
De ello se ha hablado en capítulos anteriores.
Por la necesidad de organizar la vida, por la escasez de numerario emitido por la
Zona Nacional, que se convirtió en la única moneda válida corriente, por la improrroga
bilidad de cambiar ciertos billetes emitidos en la Zona Republicana por moneda de curso
legal, pronto afluyeron a la Caja objetos pignoraticios. En 1941 el saldo con garantía de
ropas había pasado de 691.928 pesetas a 1.769.421 y el de alhajas de 1.183.130 a
1.874.933 pesetas, cantidades indicativas de las necesidades de las clases inferiores.
Por otra parte, la Caja, ante la urgencia de disponer de locales para almacenamiento
de ropas y muebles cada vez en mayor escala, hubo de lanzarse a la apertura de la
Sucursal Primera que se estableció en el número 39 de la calle de Guerrero, hoy calle de
Calabazas. Se abrió el 21 de julio de 1941, no sin cierta premura, ya que aún no se había
podido terminar la instalación de mostradores y depósitos.
Pero los numerosísimos problemas que resolvía aconsejaron muy pronto estudiar la
creación de otras Sucursales, convenientemente distanciadas de las ya existentes. En 1942
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