Su historia y su obra

ecogen. ¡Cuánto había variado aquel horizonte, tenue de luz, de limites recortados, a lo
largo de un siglo de existencia! El Establecimiento supone hoy para el país valenciano un
potente recurso para su bienestar y evolución económica. El ahorro, apoyado por un
número de impositores cada vez más crecido y la esmerada coordinación de las inversiones
habían hecho posible el fenómeno.
Hasta 1964 las modalidades del ahorro mantenidas por la Caja eran las siguientes:
Libretas con interés, imposiciones a plazo fijo, cuentas corrientes con interés, cuentas sin
interés. En una porción, más estimable por su número que por su cuantía, existían
también huchas de ahorro.
En 1964 también se simplifican estas modalidades, quedando englobadas en tres
grandes denominaciones: Ahorro vista, Imposiciones a plazo fijo y Cuentas corrientes.
Una Orden del Ministerio de Hacienda del mismo año regulaba los intereses máximos a
que habían de ajustarse todas las denominaciones del ahorro en todos los centros en que el
ahorro era practicado. La medida significaba una mejor captación de este sector
financiero.
El cuadro muestra que a partir de 1967 se dibuja una preferencia de los clientes por
la liquidez,en vez de la rentabilidad de sus ahorros. La razón era que una Orden del
Ministerio de Hacienda elevaba del 3 al 4 por ciento el interés del ahorro a plazo. Por ello
se advierte una ligera baja en el coeficiente estructural del ahorro vista, salvo los dos
últimos años, y se percibe un alza en la modalidad de cuentas corrientes y en las
imposiciones a plazo.
Casi recién creado el ahorro vinculado comienza a ceder puntos y su baja es notoria
al acabar el período que analizamos.
Un fenómeno que se podría llamar inverso tiene lugar a partir de 1971. Con la baja
del interés, causada también por disposiciones oficiales, se reduce al ahorro a plazo en
beneficio de las modalidades a la vista y cuentas corrientes. El fenómeno es claro en 1973 y
años posteriores. También cedió posiciones el ahorro a plazo,a seis meses y a un año en
favor de las imposiciones a más de dos años.
La liberalización cte los tipos de interés a más de dos años era una medida que
auguraba nuevas fuentes de captación del ahorro, lo que inapelablemente traía aparejada
la competencia en el mercado monetario y el progresivo encarecimiento de los recursos
ajenos, encarecimiento que se vio agravado en 1975 por una Orden Ministerial que
recargaba las rentas del capital, con lesiva repercusión en la Cartera de Valores, aparte de
los ya crecientes aumentos de las cuotas de la Seguridad Social y los aumentos de plantilla,
necesarios a medida que aumentaban los servicios.
Comparando el coeficiente de incremento de las Cajas Confederadas con el de
Valencia, se advierte un vuelo casi parejo y en bastantes años es superior el nivel
conseguido por la Caja de Valencia al alcanzado por las Cajas Españolas. En ello,
volvemos a insistir, ejercían capital poderío los servicios de la Caja, a través
principalmente de sus Créditos y Préstamos.
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