Su historia y su obra

6.—BECAS Y PENSIONES PARA ESTUDIOS
Uno de los obstáculos que más pueden entorpecer el desarrollo técnico, cultural y
social de una comunidad lo constituye el verse privada del concurso de auténticos valores
intelectuales que por carecer de los medios necesarios para su desarrollo se ven
marginados a la hora de recibir la formación que a todos los niveles les corresponde, como
miembros de una sociedad a la que con su esfuerzo tratan de perfeccionar.
Sin duda la solución a este grave problema es empresa que, en sus planteamientos,
rebasa los límites en los que se desenvuelve una entidad benéfica para enmarcarse en la
política general de los órganos de Gobierno, pero no es menos cierto que muchos de estos
casos se resuelven por medio de la concesión de becas.
La Caja de Ahorros dispone de ayudas en forma de Becas y pensiones para quien,
solicitándolas, reúne los requisitos indispensables para acomefer estudios de materias tan
diversas como enseñanza media, universitaria, estudios eclesiásticos, especialidades
artísticas, etc.
PENSIONES PARA ESTUDIOS ECLESIASTICOS
Fueron establecidas estas pensiones en el año 1942 destinadas a alumnos de
Teología en el Seminario Metropolitano de Valencia, que fueran naturales o vecinos de
Valencia, o de cualquiera de las poblaciones de la zona de influencia de la Caja.
En principio se dotaron seis becas, una para la capital y el resto a las poblaciones en
las que se habían establecido oficinas de la Caja.
Posteriormente, y con motivo de la expansión de la Entidad, se amplió la dotación a
ocho becas y dos bolsas para ampliación de estudios, quedando establecido, a partir del
año 1976 la actual dotación de diez pensiones.
Es motivo de legítimo orgullo para nuestra Entidad el que relevantes personalidades
eclesiásticas valencianas se honren llamándose “Pensionados de la Caja de Ahorros de
Valencia”, haciendo pública manifestación a través de escritos y publicaciones de esta
circunstancia.
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