Su historia y su obra

encaminada a la expansión. Cuando no se inauguraban edificios se compraban los
terrenos para levantar los próximos, o se hacían las dos cosas a la vez, con un ojo puesto en
el hoy y otro en el mañana. Tal floración aconseja describir los resultados de manera
esquemática a la vez que cronológica
Ya en 1940 el Consejo de Afrninistración se adelantó a las disposiciones del
Protectorado Oficial al acordar la apertura de nuevos locales así como la elección de los
lugares donde debían abrirse. Alcira, Liria y Sueca acogieron con simpatía que la Caja de
Valencia estableciera allí sus servicios lo que equivalía al explícito reconocimiento de una
necesidad sentida. Requena y Villarreal —ésta por absorción, como luego veremos—
consiguieron este favor en 1941. En el mismo año se adquirió un magnífico edificio en
Albacete, que tras una pequeña reforma, albergó en seguida los servicios de la Caja.
Los poblados marítimo poseían una Agencia antes de la guerra civil. Los destrozos
causados en el edificio obligaron a adquirir los terrenos colindantes y levantar sobre ellos
un edificio moderno y funcional para la Sucursal Cuarta. Se compraron también terrenos
en la zona de Fernando el Católico para instalar allí la Sucursal Segunda, la que con
anterioridad estuvo funcionando en la calle Baja, en cuanto la construcción del edificio lo
permitiera. Una Orden Ministerial emanada del Protectorado Oficial autorizó a la Caja de
Valencia a liquidar la Caja de Ahorros y Socorros y Monte de Piedad de Alberique. El 14
de junio en 1942 se abrieron al público las oficinas de la Sucursal de Alberique.
En 1943 Valencia absorbió la Caja de Ahorros de Játiva y en esta localidad colocó
sus oficinas en un inmueble céntrico de inmejorables condiciones.
En 1944 se dan los primeros pasos para la absorción de la Caja de Gandía, hecho
que tiene efectividad en 1945. El aumento de operaciones en la Sucursal de Liria había
hecho insuficiente el local que la Caja poseía en alquiler. Gestiones incesantes y acertadas
culminaron en la adquisición de una hermosa finca situada en la Plaza Mayor, el punto
más estratégico de la ciudad. Sin mengua ni pausa se hacían a la vez gestiones para la
compra de locales en la capital y pueblos cercanos destinados a futuras Sucursales.
En abril de 1945 se inauguró una sección de Ahorro en el Mercado Central de la
capital. Los meses de agosto y septiembre presenciaron la entrada en funciones de las
Agencias de Burjasot y Cuart de Poblet. Al mismo tiempo se compraron un solar en Alcira
y un edificio en Sueca para Sucursales que. no operaban en locales propios.
Pródigo fue el año 1946 que contempla ramificaciones en Catarroja, Masamagreil,
Chiva, Algemesí y Alboraya, fecundidad no alcanzada hasta entonces.
El año siguiente fue de planificación y estudio para conjugar nuevas operaciones.
Sin embargo, tampoco se fue de vacío, porque el 19 de junio se abría al público en Madrid
la Agencia establecida en el edificio propiedad del Instituto de Crédito de las Cajas de
Ahorros.
Registra el 1948 tres nuevas floraciones con oficinas en Ribarroja del Turia, Albaida
y Villanueva de Castellón, todas entre la primavera y el verano, más la inauguración en
locales propios de las que funcionaban en Albacete, Sueca y Alcira.
En 1949, terminadas las respectivas obras de acondicionamiento, se inaugura un
centro en Carcagente y la Agencia Urbana Quinta en la calle de Sagunto. Se solicita
autorización del Protectorado para crear en fecha oportuna tres oficinas más.
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