Su historia y su obra

Posteriormente, con la aplicación del Plan de Estabilización de 1959 se entra en una
nueva fase de cambio de orientación radical en la política económica española, como ya se
ha puesto de relieve, aunque la recesión económica se dejará sentir como efecto inmediato.
En esta línea el Consejo Económico Sindical Provincial de Valencia en el año 1959
manifestaba:
“Uno de los factores que más han influido en el descenso de la demanda
ha sido la baja de ingresos “per capita” de las clases productoras que han
visto cercenados de momento, total o parcialmente, todos aquellos ingresos
extraordinarios que les producían los destajos, horas extraordinarias, primas
de productividad, jornales extras no tributados en seguros sociales y cuyo
importe, en gran parte, recibían en mano” (14).
Va a ser en el año 1962W cuando se inicie la etapa caracterizada por un crecimiento
industrial progresivo, junto a la pérdida de peso del sector agrario, cuyos efectivos
humanos accederán masivamente a la industria.
De hecho, una vez superados los efectos inmediatos del Plan de Estabilización, se
puede afirmar que Valencia, en el conjunto de la región valenciana y en el marco del
Estado español, está entrando por la senda de la industrialización de los años sesenta, que
como Kuznets ha puesto de manifiesto, supone “un incremento constante de la fuerza
laboral y del capital material en la industria” (15).
La apertura de relaciones con el exterior y la liberalización de los mecanismos de
intercambio comercial internacional, que puso en juego la implantación del Plan de
Estabilización, poibiitará, por una parte, la emigración masiva de la fuerza de trabajo
excedentaria interna, mayoritariamente, hacia los países europeos con alto grado de
industrialización y por otra parte, el acceso de la producción nacional a sus mercados. De
esta forma la obtención de las divisas vía remesas de emigrantes, así como las aportadas
por el turismo, junto a la penetración de capital extranjero, sentarán las bases del
denominado “boom” de la década de los sesenta.
Efectivamente, el saneamiento de la balanza de pagos y la eliminación de
restricciones a la importación posibilita la adquisición de las materias primas y bienes de
equipo, imprescindibles para la puesta en marcha del proceso de industrialización. De
otro lado,la supresión de los mecanismos, de control administrativo, propios de la etapa
autárquica, dejaba al mercado que actuara más libremente en la asignación de recursos,
contribuyendo a que, en definitiva, la economía española se moviera dentro de unos
márgenes de mayor racionalidad.
La integración de la economía española en el contexto de Europa era una necesidad
cada vez mayor; prueba de ello era el testimonio de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad
de Valencia, atenta siempre al desenvolvimiento económico del Estado español,
declarando que “en el área nacional, en el ejercicio 1962, se han sentado las bases para la
puesta en marcha del Plan de Desarrollo y la posible asociación al Mercado Común” (16).
Una vez expuesta la importancia capital que tuvo la apertura de la economía
española al exterior, en el impulso de la industrialización, veamos a continuación las
características estructurales que presenta la industria valenciana.
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