Su historia y su obra

trasvase de la población activa del sector primario al secundario y terciario; mayor relevancia de la empresa;
nuevas funciones de los sectores de la población no terratenientes; y mayor especialización profesional. Pero el
censo de 1900 aún indica que las actividades primarias representan un 43,8 por 100 frente al 22,8 por 100 de la
industria; el sector terciario, con un 33’4 por 100, revela un avance, y en él la actividad comercial es de un 24,6
por 100. “Valencia es ya a finales del XIX una ciudad con dara vocación terciaria...” (p. 68).
(122) Ibídem, pág. 317.
(123) Sanchis Guamer, “La ciutat... “, pág. 518 y ss.
(124) Sebasúá. Enrique: “Valincia en ¡es novel’ ¡es de Blasco Ib4ñez. Proletariat y burgesía”. V. 1966, p. 37.
(125) La línea de vía ancha a Utiel se inauguró en 1883; la de vía estrecha al Grao y la Ribera Alta, en 1893,
teniendo su estación en el camino de Jesús; la de vía ancha a Liria, en 1889, teniendo su estación en la calle de
Quart de fuera; pero en 1891 se instaló la estación de ferrocarriles de vía estrecha donde se encuentra en la
actualidad. En 1902 se construyó, al final de la Alameda, la estación del ferrocarril a Aragón, que ha sido
derribada hace pocos años.
(126) SanchisGuarner, “Laciutat... “pág. 253yss.
(127) Picó, pág. 77-78.
(128) Sebastiá, Enrique: “Vakncia en ¡es novel les... “, pág. 43. Este bello libro contiene una evocación de la
sociedad de la Valencia de la Restauración.
(129) En las elecciones de 1891 consiguieron escaños en las circunscripciones de Valencia y Castellón, y en las de
1893 obtuvieron las tjes actas vinculadas al municipio (Cucó, A.: “Sobre els origens del Blasquisme”, en
“CHPV”, W, pág. 477-485).
(130) Sebastiá, “La transición... “, pág. 620-622 y 609-710. El arrendamiento en la huerta de Valencia seguía la
práctica antigua de la “vinculación inversa”, es decir, se quedaba con la tierra (y el cuidado de los padres) el hijo
menor, o bien se dividía el arrendamiento entre los hijos, lo que agravaba la parcelación. En cuanto al pequeño
propietario, a veces trabajaba como bracero de otros si su situación era dificil.
(131) Ibídem, pág. 612-615, 619.
(132) Ibídem, pág. 604-606; y Cucó, A.: “Las agitaciones campesinas de la Huerta de Valencia (1878-79”, en
“Saitabi”, XXIV (103-134) yXXV (74-102).
(133) Romero i González, pág. 131 y ss.
(134) Ibídem, pág. 139-142.
(135) Ello se debió también a que coincidieron en la Facultad de Medicina figuras de relieve como Peregrmn
Casanova, anatomista y biólogo evolucionista; Amalio Gimeno, defensor de la vacuna anticolérica que Ferrán
aplicó en 1885 en diversas localidades valencianas; y, por algún tiempo, Ramón y Cajal.
(136) Esteban Mateo, León: “La Institución Libre de Enseñanza en Valencia”. V., 1974.
(137) Sanchis Guarner, M.: “Las dos vertientes, restauradora y progresista, de la Renaixença valenciana”, en
“Siete temas sobre Historia Contempordnea delPaís Valenciano”, V., 1974, p. 139-143.
(138) Idem, “Renaixençaal...”, pág. 32 yss.
(139) Idem. “Las dos vertientes...” pág. 139 sobre los periódicos en valenciano: David Cervera, “La prensa
valenciana en su aportación a la Renaixença” (V., 1976).
(140) SanchisGuamer, “Renatxença... “, pág. 64.
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