Su historia y su obra

4.— LA ABSORCION DE LA CAJA POR LA
SOCIEDAD VA ENCIANA DE FOMENTO
Diez años aproximadamente funcionó la Caja-Banco adosada el sustentáculo de la
Económica. No abundan los datos sobre las relaciones entre ambos organismos; lo que
dista mucho de suponer que no fueron cordiales y positivas.
En 1845 se registra un oficio de la Caja a la Sociedad Económica en el que se
manifiesta la imposibilidad de continuar el establecimiento, si no dispone de un local
seguro para depósito de alhajas. La Caja había sugeridó la sala que servía de archivo a la
SEAPV. Le fue concedido sin dilación, con dos salvedades de escaso relieve:
—que el depósito de alhajas dentro de los muros de la Sociedad no constituía
para ella responsabilidad ninguna. (48).
—que las obras de reforma habían de ser por cuenta de la Caja.
Al año siguiente se abría a la vida financiera la Sociedad Valenciana de Fomento.
Fundada el 22 de mayo de 1846, (49) la SEAPV entró inmediatamente en contacto con
ella, comenzando por publicar sus estatutos en el Boletín Enciclopédico, “persuadidos de
lo útil que debe ser esta sociedad a nuestro país” (50).
Por un Decreto del 26 de junio de 1859 consiguió el cambio de su razón social,
llamándose Sociedad Valenciana de Crédito y Fomento (51). Combinaba las actividades
de banca de inversión y de banca comercial.
El hecho de que se afirmase con cierta insistencia que la Caja-Banco no ofrecía
alicientes a los particulares ni a las empresas comerciales por lo limitado de sus
admisiones y porque los capitales sobrantes no tenían colocación rentable debió hacer
pensar a la SEAPV que en la Valenciana de Fomento podían tener remedio ambos
inquietantes extremos. Un primer paso para una solución honorable, sin menoscabo de
los intereses, fines y medios que habían conjugado la aparición de la Caja-Banco y que
aseguraban la buena voluntad de la Económica, consistió en el traslado de las oficinas y
administración a la Valenciana de Fomento. Al mismo tiempo comenzaron las gestiones
entre la SEAPV y la Sociedad de Fomento para que esta última se encargase de su
dirección (52).
Este trámite exigía por adelantado la modificación de los Reglamentos. Era de la
competencia de la Económica gestionar, en la nueva coyuntura, la fórmula que hiciese