Su historia y su obra

ANTECEDENTES
Se disponía de un solar, en un buen emplazamiento de Valencia para el edificio que
se pretendía construir, en la calle del Pintor Sorolla, chaflán a la del Doctor Romagosa.
Era muy irregular en su perímetro interior, especialmente en los paramentos correspon
dientes a las medianeras con los edificios recayentes a la calle del Doctor Romagosa.
Basado en los informes de los Arquitectos, la Caja adquirió dos viejos y ruinosos
edificios, cuyos solares resultantes, unidos al que se disponía, proporcionó uno más
regular, con una superficie total de 1.606 m2.
Para este solar se elaboró un proyecto en el que se tuvo en cuenta su funcionalidad,
la calidad y representatividad que requería el fin a que se destinaba y su emplazamiento o
entorno.
La limitación de las Ordenanzas del volumen sobre la rasante obligó a considerar la
necesidad de construir un número de plantas por debajo de la cota.
El edificio proyectado y actualmente terminado, consta de tres sótanos, un
semisótano con cota de perímetro —1,80 (planta B), una entreplanta con cota de
pavimento + 1,60 (planta A), cinco plantas superiores y una planta retranqueada para
máquinas de acondicionamiento.
COMPOSICION FUNCIONAL
El solar tiene una forma sensiblemente romboidal, con dos lados de 44 y 47 metros,
recayentes a las calles de Pintor Sorolla y Doctor Romagosa; los otros dos lados
corresponden a las medianeras con los edificios colindantes.
Con el fin de mantener exento volumétricamente el edificio de la Caja se establece en
él un retranqueo en la parte donde se une con el Palacio de Huarte, antiguo y magnífico
edificio, que es su colindante por el sur en la calle del Pintor Sorolla.
El acceso principal se ha proyectado por la calle Pintor Sorolla por medio de una
amplia escalinata de dos tramos; el de la derecha accede subiendo a la Planta A y el de la
izquierda accede descendiendo a la Planta B. Otro acceso secundario, para personal y
servicios, se ha situado en la calle del Doctor Romagosa y junto a la otra medianera. La
rampa de acceso a los sótanos, con doble dirección, se inicia en el retranqueo
anteriormente citado, permitiendo una amplia zona horizontal, donde se puede controlar
y ordenar las entradas de vehículos.
Dos escaleras comunican verticalmente las diferentes plantas del edificio. La
principal, que partiendo del vestíbulo próximo al acceso de Pintor Sorolla comunica
exclusivamente desde la Planta A a la quinta, recayendo al retranqueo y recibiendo luz por
un hueco rasgado en forma de diedro acristalado. La escalera secundaria, junto a la
medianera de Doctor Romagosa, comunica la totalidad de las plantas, es decir desde el
tercer sótano hasta la planta última destinada a maquinaria de acondicionamiento.
Los aparatos elevadores se instalan en dos huecos independientes y alejados,
situados en los puntos más adecuados para su función. Existen unos ascensores para uso
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