Su historia y su obra

Frente al sosegado incremento del número de cuentas en los primeros cinco años del
período se presenta el brusco salto de 1946 con un aumento sorpresivo: más del doble,
tanto en número de libretas como de saldo con respecto al año anterior, debido,
lógicamente, a la normalización de los servicios de la Caja en cuanto a bloqueos y
desbloqueos y al expolio de cuentas que queda aclarado en ese año.
Los restantes años guardan, con notables altibajos, una línea ascendente homogé
nea. Los incrementos interanuales más elevados corresponden a 1946, 1953, 1954 y 1956
con más de veinte mil libretas de aumento.
Al acabar el período el número de cuentas de ahorro había experimentado un
aumento, en términos absolutos, de 217.979 con un promedio de 13.623 impositores por
año y un porcentaje de 169,22% y una tasa media anual de 10,57%.
En cuanto a los saldos superan la cifra de cien millones de crecimiento interanual a
partir de 1950, y sobrepasan los doscientos millones los años 1953 y 1956, destacándose el
año 1957, que con doscientos ochenta y tres millones se acerca a los trescientos.
En porcentajes se acercan a un 25% de incremento los años 1946 y 1952, con un
24,79% y un 22,58% respectivamente. Sobrepasan el 25% los años 1947, 1950 y 1953, y
sobresale el año 1951 con un 3 1,77% de aumento.
Al terminar el período, se había pasado de los ciento treinta millones novecientas
mil pesetas en 1941 a mil ochocientos sesenta y dos millones ochocientas mil pesetas en
1957, lo que registra un incremento absoluto de mil setecientos treinta y un millones
novecientas mil pesetas y un porcentaje de 1323,75% en los 16 años, con una tasa media
anual de 82,35%.
5.3.— PRESTAMOS Y CREDITOS
También esta sección sufrió demora en su organización al término del conflicto
nacional por la falta del Registro de la Propiedad, que impedía la concesión de préstamos
con garantía hipotecaria. El 2 de septiembre de 1939 el Consejo aprobaba las bases para
esta clase de concesiones, así como también un Reglamento de Cuentas de Crédito con
Garantía de Valores.
Una Ley del 5 de noviembre de 1940 disponía que las Cajas Generales de Ahorro
habilitaran la suma de doscientos millones de pesetas para la concesión de préstamos
agrícolas en las provincias más castigadas por la guerra. A Valencia le correspondió
prestar este servicio en la provincia de Albacete, una de las nueve seleccionadas por la
anterior Ley. Valencia, casi sin tiempo, hubo de montar con extraordinaria rapidez un
servicio de información en todos los pueblos mayores de 4.000 habitantes, ya que en
Albacete no tenía más que una Sucursal. La celeridad con que se llevó a cabo esta nueva
misión hizo que,con una regularidad ejemplai se pudieran conceder hasta 300 préstamos
al mes y el servicio quedase plenamente organizado ya en 1941.
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