Su historia y su obra

1.— DIFICULTADES INICIALES
Para poner la Caja al menos al nivel de como estaba en 1936 fueron precisos estudios
largos de métodos de procedimiento y largas horas de trabajo. Eran el contrapeso a otras
tantas dificultades que, externas a la Caja misma, eran cepos que impedían su vuelo. La
primera y principal era la postración en que se encontraba la economía nacional, sector
por sector: agricultura, ganadería, industria, comercio, servicios, comunicaciones,
transportes, fuerza motriz... Esta cualidad de atonía y extenuación se mantuvo
prácticamente hasta el final del período que analizamos, aunque no en el mismo grado.
De vez en cuando, en el sector agrícola, las alternancias climatológicas se
descolgaban con un acto generoso de buenas cosechas y aceptable colocación de los
artículos en el mercado. Pero Valencia,en general entre,sequías, heladas y pedrisco, como
veremos más adelante, vio disminuidas sus posibilidades.
Las economías domésticas, pequeñas economías, que eran las que normalmente
nutrían los fondos del Establecimiento estaban diezmadas por la elevación constante del
costo de la vida sin la consiguiente contrapartida en los salarios. Su situación les obligaba,
no sólo a anular el ahorro, sino a echar mano de sus reservas. El Monte de Piedad, en estos
primeros años, tuvo tanta opción como el ahorro.
Un retraimiento en la bondad del ahorro lo ejerció la Ley de Reforma Tributaria
dada en 1941, que limitó la cuantía de los ingresos a treinta mil pesetas. Aunque más
tarde una disposición modificadora elevó las imposiciones hasta cien mil pesetas, el
espíritu inhibitorio de la Ley hizo que los prejuicios y temores concebidos tardaran en
desaparecer.
Problema de constante preocupación, especialmente en los primeros años de este
período, fue para la Caja, la falta de inversiones adecuadas con signo remunerador. Hasta
1942 no fue posible resolver estas dificultades de forma segura.
Por otro lado la demora en la normalización de los Registros de la Propiedad, a
causa de los documentos desaparecidos, de los falsificados y apócrifos, la imposibilidad de
probar escriturariamente la propiedad de bienes patrimoniales, privó a la Caja de poder
organizar con solvencia y seguridad el sector de préstamos y créditos. Su Consejo adoptó la
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