Su historia y su obra

clase de establecimientos bancarios y Cajas de Ahorros (16). La Institución valenciana
acordaría a finales del año no abonar de momento intereses dada la enorme acumulación
de capital.
También la obra de acción betéfico-social y cultural quedaría afectada por las
medidas restrictivas y si en 1936 se en1earon en acción benéfico-social más de doscientas
ochenta y seis mil pesetas y para la fundación de la Colonia Escolar, doscientas mil
pesetas y en acción cultural —con ayuda preferente a las escuelas— se invirtieron setenta y
tres mil quinientas pesetas, una Orden Ministerial de 31 de enero de 1937 señalaba que
quedaban “suspendidos todos los donativos o distribuciones no cifrados expresamente en
los respectivos Estatutos, y cuya concesión no resulte indispensable para el sostenimiento
de obras benéfico-sociales instituidas por las Cajas o patrocinadas por ellas de modo
permanente”. Las que la Caja de Valencia consideró establecidas con este carácter
permanente fueron: servicio de jubilaciones, ampliación de pensiones a viudas y huérfanos
y apertura de libretas de natalidád.
La situación crítica se refleja también en los cambios que tienen lugar en el Consejo
de Administración. El 17 de agosto de 1936 se decidió por unanimidad dar baja en el
Consejo a los Vocales Don Francisco Ferrer de Oyanguren, Don Pascual Montañés Yeste,
Don Julio Cabanes Andrés y Don Pedro Tomás Montañana. La razón: “por no haber
asistido a ninguna de las sesiones convocadas en aquellos difíciles momentos de la
sublevación militar, ni haber enviado su adhesión al Gobierno de la República,
considerándoles, por lo tanto, desafectos al Régimen” (17).
En aplicación del Decreto sobre depuración de funcionarios, por una Orden de 17
de agosto del Sindicato Provincial de Trabajadores del Crédito y de las Finanzas, el
Consejo de Administración acordó separar del servicio a cuarenta y ocho funcionarios y a
dos privarles de sus derechos pasivos de jubilados.
El 1 de marzo fue nombrado Director-Gerente Don Francisco Folch Hernández que
se había jubilado el 14 de enero, siendo repuesto en la escala activa como Subdirector-
Secretario General el 29 de febrero.
Por todo ello y por los numerosos empleados que se encontraban en lucha en el
frente hubo de echarse mano de abundante personal temporero.
En 1938 por disposición de la Dirección General del Tesoro, Banca y Ahorro de 11
de junio, quedó constituida cerca del Gobierno en Barcelona una Comisión Permanente
con las facultades plenas del Consejo de Administración, formada por los Consejeros: Don
Francisco Soto, Don Enrique Gay, Don Sebastián Eced, Don Sebastián Aranda, Don
Manuel Hernando y Don Francisco Folch.
Tras la ocupación de Valencia por las fuerzas de Franco la Caja pasa a manos de los
Nacionales. Los juicios, las opiniones, son ahora en las Memorias lo contrario que veíamos
antes.
En la primera Memoria que se redacta en esta nueva etapa, la de 1939-1940, se dice:
“...el período 1939-40 pasará a los anales de la Institución como uno de
los más memorables de su vida. Durante el mismo se libera la Caja, arran
cándola de las garras marxistas; se reorganiza sacándola del desorden en que
/
267