Su historia y su obra

eales de Indias, legados y herencias, limosnas procedentes de los empréstitos, cautas
domiciliarias, Mesa del Claustro de las Descalzas Reales), Créditos contra la Real
Hacienda, Depósitos, etc. De todos estos posibles medios de financiación el más
importante es sin duda el de los depósitos pues con ellos podían atenderse las peticiones
de préstamos con lo que el Monte cumplía con su finalidad. El dinero recibido en este
concepto pronto superó al capital propio del Monte, facilitando así —a partir de 1738,
1746, 1750— el normal funcionamiento de la institución.
El Monte se organizaba con dos Juntas —General y Particular— como órganos de
gobierno y sus funciones quedaban distribuidas en diversas secciones: Contaduría,
Depositaría, Tesorería y Sala de Almonedas.
A ejemplo del Monte madrileño surgirán en España otros muchos que, en general,
siguen en su organización la pauta marcada por aquél. Cabe reseñar el Monte de Piedad
de Nuestra Señora del Socorro,de Salamanca, fundado en 1728; el Monte de Piedad de
Zaragoza en 1731 (20); el Monte de Piedad de Santa Rita de Casia,de Granada, en 1740
(21); el Monte de Piedad de Ntra. Sra. de la Esperanza,de Barcelona, en 1740 (22); el
Monte de Piedad del Santísimo Cristo del Sepulcro y Nuestra Señora de los Dolores, de la
ciudad de Jaén, en 1750 (23); el Monte de Piedad de las Palmas, en 1774 (24) y, en fin,
hay que reseñar también el Monte de Piedad de México que se fundó en 1774.